A sus 103 años bisabuela de Boston venció al coronavirus y celebró con una cerveza

Jennie Stejna, quien reside en Massachusetts, se contagió de covid-19 y su familia se preparó para lo peor. Mes y medio después, el caso le dio la vuelta al mundo, no solo porque le ganó al virus, sino porque lo primero que pidió para celebrar fue una cerveza, su bebida favorita.

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Tiene fama de ser todo un personaje y de verdad que no quedó duda, pues una bisabuela estadounidense (madre de dos hijos, varios nietos y hasta bisnietos) llamada Jennie Stejna fue noticia cuando, a sus 103 años logró vencer al covid-19 y lo primero que les pidió a sus familiares para celebrar fue “una cerveza bien fría”.

De acuerdo con información de Usa Today y CNN, entre otros medios, una de las nietas de la centenaria mujer, Shelley Gunn, narró que su abuela dio positivo a finales de abril. Jennie, de origen polaco, vive en un hogar para adultos mayores de Boston y fue la primera en contagiarse del virus que afecta particularmente a adultos mayores quienes, a menudo, presentan factores de riesgo.

En cuanto trascendió que Jennie había dado positivo, su familia se preparó para lo peor, siempre según las revelaciones de su nieta. Tenía una semana de aislamiento cuando funcionarios de la clínica en la que permanecía le dijeron a los familiares que Stejna no quería comer ni beber nada e incluso, los instaron a llamarla para despedirse.

Así lo hicieron, en lo que fue una triste y dramática velada. Durante ese último adiós el esposo de Gunn, un pensionado de la Marina, incluso le preguntó si estaba lista para partir, a lo que la señora respondió con firmeza que sí lo estaba, lo cual reafirmó el concepto que se tiene de ella entre sus seres queridos, el de una mujer luchadora y fuerte.

A partir de ahí, descendencia y amigos de Stenja se dedicaron a esperar, resignados, la llamada con la comunicación de la partida de la anciana, pero en realidad el 8 de mayo lo que recibieron fue la noticia de que la señora no solo había dado negativo, sino que no tenía síntomas y su salud estaba al tope.

De hecho, cuentan que una vez que le dieron la noticia, en el momento en que las enfermeras entraron a su habitación ella les espetó: “¡Ya no estoy enferma, váyanse de aquí!”.

Como es de suponer, el hecho generó conmoción y felicidad, la que se hizo extensiva gracias a decenas de medios locales e internacionales que dieron cuenta de la particular historia de la señora.

“Creo que les ha dado a todos una sonrisa y algo de esperanza, en estos días oscuros para todos. Nos inspiró a vivir de la mejor forma en esta coyuntura”, dijo la nieta.

Ante la grata sorpresa, el personal de salud le dio a Stejna una Bud Light fría para celebrar. “Es, por mucho, su bebida preferida. Sin embargo, tenía mucho tiempo de no disfrutarla”, puntualizó Shelley, quien publicó la pequeña historia en redes sociales y a partir de ahí, la hoy famosa abuela se convirtió en un símbolo de lucha y esperanza para quienes resultan contagiados con la pandemia que acosa al mundo.