Opinión: Así juega Costa Rica al ataque

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Los románticos le pidieron al Machillo Ramírez jugar al ataque, con un solo contención, repletos de volantes ofensivos y con los laterales volcados al ataque.

Esos poéticos confunden jugar bien con jugar abiertos, con las puertas de par en par, sin precauciones y dándose el lujo de prescindir de candados en la mitad del campo. Sí, porque Celso Borges no es un volante recuperador nato, sino un mixto. Y ni siquiera eso. En términos gastronómicos, sería un término "tres cuartos" (75% creativo, 25% defensivo).

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Y nos pasó lo de México en el Mundial Argentina 78, solo que en lugar de "qué lindo juega México, ¡gol de Túnez!" fue "qué hermoso juega Costa Rica... gol de Estados Unidos". Una vergüenza.

Ah, pero Ramírez les hizo caso a los fundamentalistas del ataque, ignorando la esencia del fútbol costarricense, que es conservadora.

¿Tanto cuesta comprender que somos un equipo sólido cuando jugamos ultradefensivamente, con el bus atrás, que solo así somos competitivos?

Solo desesperando a los rivales con la estrategia del murciélago (todos colgados del horizontal) se avanzó en los mundiales. Italia 1990 y Brasil 2014 son la prueba. Claro, con movimientos mecanizados para atacar en circunstancias propicias y prefabricadas por los ingenieros Milutinovic y Pinto.

Ah, pero no... Ramírez optó por hacerles caso a los románticos, traicionándose a sí mismo. Óscar, un habitual pragmático, un gurú de la zaga, se quiso creer que Costa Rica puede jugar de tú a tú, de visita, ante los gringos. Y vaya golpe, vaya sacudida se llevó. Una humillación.

Lo bueno es que ahora, con las pruebas en la mano, podrá defender sin miramientos su usanza habitual, la enfáticamente defensiva, la (única) que le sienta bien al fútbol costarricense. Orden en zona de seguridad, control, pero sin arriesgar innecesariamente en la mitad y velocidad para contragolpear, con contundencia.

¿Italia cambia porque le critican el catenaccio? No. Resultado: Cuatro títulos mundiales.

¿Uruguay llora porque le cuestionan la táctica defensiva? No. Resultado: Dos títulos mundiales y dos olímpicos.

Ah, pero a nosotros sí nos da por jugar de lo que no somos. Lo bueno es que sucedió ahora y no en las eliminatorias.