Nigeria: el nuevo vuelo de las Águilas Verdes

Una generación de jóvenes futbolistas es la encargada de renovar la esperanza nigeriana

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Sucedió hace 20 años, pero la imagen se mantiene como un ícono del Planeta Fútbol: Rashidi Yekini festejaba abrazado a la red su gol ante Bulgaria, el primero de Nigeria en una Copa del Mundo.

Fue en Estados Unidos 1994 cuando las Águilas Verdes volaron tan alto que hicieron pronosticar que en 20 años un equipo africano alcanzaría el título mundial.

En 1998 también pasaron a la segunda ronda y parecía que un nuevo contendiente se asomaba.

Dos décadas más tarde el pronóstico se mantiene como promesa y, salvo una verdadera sorpresa, parece que se mantendrá tal cual.

Nigeria asistirá a su quinto mundial y, más que pelear por la corona, su primer deber es romper la frontera de la fase de grupos, pues en sus dos últimas participaciones (2002 y 2010) se quedó ahí.

Nigeria deberá lidiar con Argentina, Bosnia e Irán; si bien nadie regala nada en un Mundial, tampoco se trata de un grupo de la muerte: parece asequible que las Águilas puedan remontar el vuelo a los octavos de final.

Presente. Los nigerianos deben ser tomados con cuidado y vienen con una generación de jóvenes futbolistas que creció oyendo las hazañas de los años 90: a los logros de los mundiales de 1994 y 1998, hay que sumarle la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1996.

Esta camada quiere escribir su propia historia y el año pasado ya dieron un primer aviso, al ganar la Copa de Africana de Naciones, al derrotar, contra todo pronóstico, a Burkina Fasso.

En su respectivo grupo eliminatorio, el F, dieron cuenta de Malawi, Kenia y Namibia, no perdieron ni un partido y cosecharon el pleno de 12 puntos.

Luego, en la serie final por el boleto, ante Etiopía, no dio ni un centímetro de ventaja y ganó los dos partidos: 2-1 y 2-0.

Este equipo no es solo músculo: también sabe jugar al fútbol y como indican los manuales se arma desde atrás.

Hay que destacar a Kenneth Omeruo, de apenas 20 años, quien se puede desempeñar como zaguero central o volante de contención.

Varias publicaciones resaltan que tiene una madurez y un liderazgo que parecen propios de un veterano curtido.

Otros a quienes debe prestarse atención son Ogenyi Onazi –de 21 años y del Lazio de Italia–, y Sunday Mba –de 24 y del Bastia francés.

Mba es un volante con proyección ofensiva y su desempeño es fundamental para el estilo ofensivo de estas Águilas Verdes.

Sobre todos los demás sobresale John Obi Mikel, el líder y timón de este equipo. A él encomienda Nigeria sus aspiraciones en el Mundial.

Adelante, Emmanuel Emenike (Fenerbahce), Victor Moses (Chelsea) o Ahmed Musa (CSKA de Moscú) literalmente vuelan en el contragolpe: su pegada es letal.

Con esas cartas, Nigeria espera retomar la altura de hace 20 años, cuando el festejo de Yekini parecía abrir un nuevo orden en las Copas del Mundo.