Todo empezó con la falta de oxígeno y un sueño

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Cartago. Hypoxic, que en inglés significa faltante de oxígeno, es el nombre de la empresa que creó Roberto Solano y el trampolín con que tanto él como Leonardo Chacón saltaron al mundo.

Desde 1995 –cuando Solano competía en triatlón de Juegos Nacionales– a la fecha, Hypoxic ha sido el sueño de este brumoso, esposo, padre de una hija y a la espera de un nuevo retoño.

Hoy Hypoxic, cuya base se encuentra en Cartago, acumula 270 personas que contactan a Solano para que les guíe en el entrenamiento hacia competencias como maratones o triatlones.

Tal es la cantidad de personas, que el gestor suma entrenadores profesionales como Luis Diego Chaverri y Mauricio Méndez, quienes se encargan de los programas de entrenamiento.

“Si me voy para Canadá, Luigi (Chaverri) estará con el triatlón; en eso le ayudará Leo. Mauricio verá a los corredores y Silvia Solano será la encargada de administración y mercadeo, cargo que ya tiene”, explicó ayer.

Solano reconoció que el grueso del trabajo en Hypoxic lo generan las 270 personas que corren de forma amateur, todos profesionales en diferentes ramas.

Mas Hypoxic también tiene programas con equipos como el del Banco Bansol, patrocinador de Leonardo Chacón, con un grupo de empresarios que quieren desarrollar el tenis en el país y, hasta mayo anterior, con el equipo de ciclismo de Economy.

Hypoxic, que es el faltante de oxígeno generado por la actividad física de alta intensidad, utiliza el modelo live high, train low (vive arriba, entrena abajo), ya que cuenta con una casa ubicada a 2.200 metros de altura, en Llano Grande de Cartago. El poco oxígeno aumenta los glóbulos rojos, que transportan el oxígeno.