Redacción
El sufrimiento fue mayúsculo en el epílogo. Costa Rica finalizó encerrada y perdiendo tiempo frente a los canadienses para lograr un empate deslucido que le permitió avanzar a la siguiente ronda con tres unidades.
En el cierre, el técnico Paulo Wanchope hizo ingresar a Roy Miller para fortalecer el bloque defensivo con tres centrales; Francisco Calvo, Giancarlo González y el propio Miller.
Ante la falta de propiedad con el balón en la mitad del campo, la Nacional se defendió con uñas y dientes.
Una vez más, el peso recayó en la zaga pues al equipo patrio le costó sostener la pelota en la medular.
En la primera parte apostó por un fútbol directo, tratando de robarle la espalda a los zagueros rivales con base a la velocidad de David Ramírez, pero con el paso del tiempo, el juego ofensivo empezó a disminuir y Canadá tomó confianza para sumarse al ataque.
El equipo dirigido por el español Benito Floro tiene jugadores poco desequilibrantes en ofensiva, pero solventes en el juego aéreo. Un factor con el que trató de hacerle daño a la Nacional, sobre todo en la táctica fija.
"Al final pasamos a línea de cinco para tratar de contrarrestar el juego aéreo de Canadá", explicó el técnico Paulo Wanchope.
Ciertamente, Costa Rica vino de más a menos. Tuvo tres ocasiones para anotar en pies de Johan Venegas pero falló en la definición.
Durante el resto del cotejo le faltó profundidad en el último cuarto de cancha, en gran medida, porque Bryan Ruiz solo apareció en algunos lapsos del compromiso.
En el último cuarto de partido, la Nacional prefirió defender el empate y garantizarse el boleto a la siguiente ronda. Alvarado falló en una salida en las alturas que por poco termina en anotación, pero en general tuvo un buen partido, al intervenir en tres jugadas de gol de los norteamericanos.
"Tenemos tiempo para afinar detalles. Gracias a Dios estamos adentro, veníamos por el primer lugar pero esto es futbol, no se nos ha dado el resultado pero se nos va a dar. Me gustaría enfrentar Estados Unidos o México", aseguró el arquero Esteban Alvarado, tras el cotejo.