Redacción
En el epílogo, cuando el marcador estaba 2 por 0 en contra frente a Inglaterra, la Tricolor nos dio una cucharada de lo que puede hacer esta camada si se lo propone. Combinaciones, desequilibrio y fútbol de ataque, en una bocanada de aire fresco en medio del resguardo defensivo y el orden, los pilares durante la cita.
Fue una por otra. Cuando la Sele inquietó dejó sendos espacios en la retaguardia, pero a la vez mostró esa picardía que tanto se esperaba de esta generación, cuando en la nómina se leen los nombres de Gerson Torres, Jimmy Marín, Christopher Núñez y Rándall Leal.
En cambio, la figura inesperada fue el portero, Adonis Pineda. De incontables paradas y achiques brillantes durante el Mundial, acabó salvando a Costa Rica en cada uno de los partidos.
Quizás, el sabor agridulce que deja el Mundial de Corea del Sur es que nunca se encontró ese equilibrio para mantener la solvencia atrás, pero sin olvidarse del juego de creación en la zona de ataque.
La clasificación a la siguiente ronda acabó siendo un premio a la calidad de Pineda y el orden defensivo, pero fue en ofensiva donde el equipo se quedó en pinceladas, igual contra Inglaterra como ante los tres anteriores rivales –Irán, Portugal y Zambia–.
El retrato de la primera etapa exhibe a una Selección bien posicionada, con seguridad entre las líneas y un juego más dinámico que los anteriores en el último cuarto de cancha.
Marcelo Herrera contuvo el ímpetu de los ingleses con un cambio en su libreto. Varió el esquema para jugar con centrales y dos carrileros, cuatro volantes y Barlon Sequeira en punta.
La puesta en escena le permitió a la Sele cerrar los espacios, y en principio complicó la salida europea con un buen timing para salir a presionar.
La Tricolor achicó bien y cuando recuperó la redonda salió rápido hacia el frente con combinaciones y pases a profundidad. La más clara fue de Juan Arguedas, quien cerró en el segundo palo después de un cobro de tiro esquina, pero le faltó tino para enderezar el balón.
Después del promisorio arranque, la Nacional empezó a ceder la iniciativa. El juego de tome y dame y transiciones rápidas de Inglaterra empezó a complicarle la existencia a la Sub-20.
Los trazos a las espaldas de los zagueros rompieron la retaguardia patria en tres oportunidades. A Esteban González le costó en demasía atiempar y cortar las llegadas.
Ante el apremio, apareció la figura de Pineda, que con dos achiques fundamentales solventó los problemas.
El arquero no bastó en el minuto 35' cuando Ademola Lookman recibió la pelota dentro del área, después de un grave error de Yostin Salinas, quien no pudo cortar el pase. El artillero inglés tuvo mucho tiempo para rematar y mandar la pelota al fondo de la red, aun cuando el arquero estuvo a punto de desviar el balón.
En el segundo periodo, la Nacional adelantó las líneas, consciente de que el rival mostraba limitaciones en zona baja.
Aun cuando sumó hombres en ataque, se repitió la constante de la primera fase: Poca profundidad en el último pase y falta de claridad en la ejecución de la acción. A Ian Smith le anularon un gol apenas al inicio del segundo periodo, cuando daba la impresión de que la Sele tenía argumentos para aspirar a un mejor resultado.
Esta vez la tecnología jugó en contra de Costa Rica, pues la verificación demostró que Juan Arguedas estaba tapando la visibilidad del arquero en el momento del remate de Smith.
Luego Inglaterra encimaría a la Nacional nuevamente. Otra salida rápida acabó en un centro al área, que Lookman aprovechó para abombar los cordeles por segunda ocasión y darle un golpe letal a Costa Rica en el minuto 63'.
Fue ya con el partido cuesta arriba que Herrera se animó a mandar a la cancha al volante brumoso Christopher Núñez, de escasa participación en esta cita mundialista, y al atacante Jimmy Marín.
La Nacional insistió en ir al frente con más hombres y recursos, lo que aprovechó Inglaterra para tomar mal parada a la retaguardia costarricense en incontables ocasiones.
Cada perdida de balón se tradujo en una jugada de peligro de los británicos.
Sin embargo, con la inclusión de Núñez, Jimmy Marín y Gerson Torres el combinado nacional tomó un segundo aire en ofensiva. O se podría decir que el único aire del Mundial en ataque.
La Nacional ganó en desequilibrio e incrementó las ocasiones de gol. Los recién ingresados se juntaron con Leal y Hernández para aproximarse con más fluidez a la portería contraria.
Era todo o nada para Costa Rica, que dejó grandes espacios atrás para salir en busca de la remontada.
Ese arrebato de talento que tanto se necesita lo alcanzó la Tricolor cuando Herrera soltó a Torres para que se sumara a la ofensiva, por primera vez en todo el Mundial.
Al 88', una mano dentro del área terminó en un nuevo penal para Costa Rica. Esta vez fue el turno de Leal, a quien le detuvieron la pena máxima (por segunda ocasión en la cita), pero esta vez pudo marcar en el rebote.
En el cierre, el balón fue de la Sele, que no pudo aprovechar los 4 minutos de descuento para emparejar el duelo.
Se acabó el Mundial. Quedan entre los apuntes un portero brillante, una zaga ordenada y una zona ofensiva a la que le quedará un proceso olímpico para demostrar su verdadero potencial.
Alineaciones:
Costa Rica: Adonis Pineda 9, Diego Mesén 8, Ian Smith 7, Esteban González 4 (G. Torres 7, al 46'), Luis Hernández 6, Barlon Sequeira 6 (J. Marín 6, al 65'), Rándall Leal 6, Juan Arguedas 5 (C. Núñez 6, al 65'), Esteban Espinoza 6, Yostin Salinas 5, Eduardo Juárez 6.
Inglaterra: Woodman 6, Kenny 6, Cook 6, Tomori 6, Onomah 7 (Maitland-Niles 6, al 76'), Solanke 7, Lookman 9, Walker-Peters 7, Fry 6, Calvert-Lewin 6 (Armstrong 7, al 71'), Dowell 7 (Chapman 6, al 84')