Néstor Lorenzo es un argentino de 53 años, quien ha sido la mano derecha del exitoso José Pékerman en los procesos de Alemania 2006, al mando de Argentina; y Brasil 2014 y Rusia 2018, cuando estuvieron a cargo de la selección de Colombia.

Lorenzo habló con La Nación y confesó que se siente muy seducido por dirigir a la Selección de Costa Rica, al punto que su hoja de vida ya la tiene la Comisión Técnica que analiza el próximo timonel, luego de la repentina salida de Gustavo Matosas del banquillo.

El estratega fue claro de que tiene las armas para asumir el banquillo patrio, sobre todo por su experiencia con selecciones mayores y en fútbol formativo. Además de conocer el balompié internacional por su paso por Argentina y Colombia, Lorenzo cuenta con experiencia en Concacaf, ya que formó parte de Tigres de México y Toluca, también como el hombre de confianza de Pékerman.

—¿Qué lo seduce del reto de dirigir a Costa Rica?

Es una gran selección que viene participando constantemente de la cita principal, que son mundiales. Yo tengo una experiencia bastante importante en esas competencias de eliminatorias y mundiales, en el pasado hubo un acercamiento y un interés también de parte de la Federación.

El reto en aquel momento a mí me interesó, pero al final no coincidimos con los tiempos. Yo estaba en Colombia, trabajando bastante bien, y no hubo coincidencia. Ahora es un momento bueno para desarrollar un proyecto que mantenga a Costa Rica en los primeros puestos de Concacaf y que vaya nuevamente al Mundial, ese es el primer objetivo. Luego desarrollar continuamente las fuerzas básicas.

Te voy a contar una historia, en mi historia como jugador participé como sparring de la selección mayor de 1986, porque estaba en la Sub-20 en ese momento. Después conviví con la Selección de Bilardo, fui titular en el 90; entiendo todo el proceso de selección de inicio a fin.

—¿Hace cuánto lo buscaron para la Selección Nacional?

No sé, fue hace año y medio. Me llamaron y me dijeron que si estaba interesado; al final quedó ahí porque no fue posible.

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—Usted fue asistente de José Pékerman en Alemania 2006 con Argentina y en Brasil 2014 y Rusia 2018 con Colombia. ¿De esas experiencias qué se puede trasladar para un camerino como el de Costa Rica?

Sin duda que la experiencia es muy importante. Aparte de los procesos con José Pékerman, que fuimos a los dos mundiales, también estuve con él en el proceso de 2006 con Argentina; en ese momento dirigí a jugadores que habían sido compañeros míos en equipos, como Riquelme, Abbondanzieri, entre otros. Yo entiendo lo que es una eliminatoria, lo que son los procesos de selección, entiendo la logística previa.

Sé la importancia de la etapa formativa por mis dos mentores: Bilardo y Pékerman, ellos siempre apostaron a la formación y es algo que yo llevo adentro.

—José Pékerman es visto como uno de los grandes formadores de Argentina, acá se está viviendo en Selección un recambio generacional. ¿Cómo lo manejaría usted?

A nosotros nos pasó después de Bielsa, el proceso de renovación salió muy bien. El equipo vivió el recambio con poco costo, en cuanto al juego y a la categoría del equipo, porque con Argentina siempre estuvimos entre los dos primeros del ranquin FIFA.

Con Colombia entramos en un equipo con una edad alta, estuvimos arriba mucho tiempo, pero después para el proceso para 2018 hicimos recambio y pagamos un costo porque se tocaron posiciones claves. Siento que nos afectaron las lesiones, nos costó un poco, pero le dejamos a Colombia un equipo joven en edad y con mucha experiencia porque ya tienen una eliminatoria y un Mundial encima.

—¿Pero hay una fórmula ideal para que sea exitoso?

No existe la fórmula para todos los lados igual, en todo lado varía por elementos como la idiosincrasia de juego, al estilo de juego, la segunda línea de futbolistas que viene entre otras. Los cambios para ser permanentes deben ser graduales y paso a paso, uno no puede cambiar todo de golpe, uno debe mejorar lo que está mal y potenciar lo que está mal, esa es la idea que aprendí con José Pékerman.

—¿Qué evaluación hace de Concacaf como zona de competición?

Concacaf tiene muchos afiliados, muchos equipos y está muy marcada la brecha entre los potenciales favoritos y el resto. Hay un lote de equipos que está creciendo, pero que todavía está lejos del nivel de los principales, hay ocho o nueve que compiten y que están cerca, pero lejos del resto. Yo sigo mucho las eliminatorias y la Copa Oro y ese es mi diagnóstico.

—¿Costa Rica pese a tener esa inestabilidad últimamente de resultados y estar en un proceso de renovación es un lugar adecuado para desarrollar un proyecto?

Siento que Costa Rica es un país propicio para desarrollar un proyecto. Por la calidad, cultura y educación del jugador costarricense, siento que es un país acorde, por supuesto que más allá del idealismo está lo primero que es el resultado y clasificar al Mundial. Hay que hacer el recambio generacional y el desarrollo para que ese recambio luego se haga automático.

—¿Cómo describiría el estilo tico de juego?

En todo lo que se ha visto en 2014 o 2018 siento que es un juego que no especula. Es un juego que sale a proponer con sus cuidados. Siento que seduce el fútbol de Costa Rica.

—¿Compaginan su intención de juego con lo que ofrece Costa Rica?

Siempre me tocó ser favorito entonces solo sé jugar a ganar. En Colombia llevamos esa mentalidad y nosotros buscamos el nivel de excelencia, después el nivel de excelencia de uno será distinto al de otro por todas las variables que tiene el fútbol. La idea es llevar a Costa Rica a los puestos más altos, el estilo de juego no se debe cambiar porque siento que se hace bien, la forma no me parece mala.

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—Pero acá más bien se consideraba que la Selección era defensiva con Pinto y Óscar Ramírez.

Lo que pasa es que primero hay que hacer un diagnóstico de la situación y jugadores. Hay momentos que se puede probar un cambio, hay momentos en que no. No es lo mismo probar a un jugador en el ámbito ideal del jugador que probarlo cambiando cinco o seis jugadores del equipo, sino cuesta entender si fracasó o no.

En cuanto al estilo, no me parecía que fuera defensivo, Costa Rica se replegaba bien con Pinto, pero era muy agresivo con la pelota.

—Acabamos de salir de una situación en la que la afición se sintió ofendida porque Gustavo Matosas dijo que se aburría al mando de Costa Rica. ¿Cómo asegurarse que usted, con gran currículo, no hará lo mismo?

Yo soy una persona que cuando me enfoco difícilmente me desconcentre. Uno no puede analizar los procesos de los otros técnicos como Matosas, La Volpe o Maturana, pero lo que te puedo decir es que hay formas de trabajo para evitar esa faltante de entrenamientos... Se pueden hacer microciclos locales, es cuestión de hablar de proyectos.

—¿Usted no dejaría a la Selección botada por una mejor oferta?

Por supuesto que no. Pero en mi caso puedo decir que soy de palabra y si tengo ganas de subirme en un proyecto es para terminarlo y desarrollarlo.

—¿Qué elementos no negocia usted en un camerino?

La entrega, el patriotismo porque defender la camiseta nacional involucra una responsabilidad única. Hay que convocar al jugar a que sienta la camisa, a mí me parece que Costa Rica lo tiene en sus jugadores se ve. Otro punto es que ellos siempre son jugadores de selección, en el parque, en el cine, donde sea son de selección... Aunque ellos no son ejemplo de vida de nadie, la gente las ve como ejemplo y esa imagen se debe respetar por todo lado.

El invitado, Yerry Mina, seleccionado colombiano y jugador del Everton inglés para La Nación.

‘Le gusta que los jugadores estén concentrados siempre, no da ventajas’

El profesor Lorenzo es una gran persona, él te presta atención, y se le puede hablar sin problema. El profe en el poco tiempo que estuve con él aprendí mucho porque siempre me dio ese respaldo. Él siempre me escuchó y se preocupó por hacer grupo, trabaja mucho la parte defensiva.

Él sabe guiar a los defensas. Él me ayudó mucho en mi carrera, hasta ahora sigo sus consejos, por eso sigo en comunicación con él, es muy buen consejero, tiene mucha experiencia en el fútbol.

En la parte deportiva le gusta que los jugadores estén concentrados siempre, él te obliga a no dar ventaja y eso te hace grande, busca mucho la reacción y concentración para que no te vayas nunca del partido, eso me ayudó mucho a mi y sigo aplicándolo acá en el Everton inglés.