Mancuerna Guzmán-Borges: el experimento que llegó para quedarse en el once de Óscar Ramírez

El timonel azteca, Juan Carlos Osorio, resaltó la yunta de la Tricolor en el mediocampo. La mezcla de estos futbolistas le da a la Nacional sacrificio, manejo de balón y capacidad de pisar el área rival

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

No todos los futbolistas maduran temprano. Algunos necesitan tiempo para afianzarse y mostrar su verdadero potencial. Celso Borges (que sí se consolidó precozmente) le llama "florecer". Define con esta palabra a quien tras marcados tropiezos, hoy lo acompaña en el mediocampo de la Sele: David Guzmán.

"Él ha sido muy autocrítico. Ha sabido escuchar y entiende cuando las cosas se pueden hacer mejor. Hay casos de jugadores que florecen después de varias etapas y es normal, se quiere empujar mucho desde joven y a veces hay mucho por aprender", reconoció Borges.

Lea: Los siete escenarios que sellarían el boleto de la Sele al Mundial

La dupla Borges-Guzmán no pasó desapercibida frente a EE. UU. Borges no participó en la última Copa Oro y Guzmán lo aprovechó para ganarse un lugar.

Cuando el volante del Dépor regresó para la eliminatoria, Óscar Ramírez comprendió que estaba ante la posibilidad de crear una mancuerna de alta eficacia.

Borges, más responsable de las labores defensivas en los últimos juegos de la ruta mundialista, podía liberarse con la compañía del volante del Portland Timbers de la MLS.

Ambos tienen recorrido físico, facilidad para darle salida al equipo y sacrificio en la marca. Lo reconoció el timonel de México, Juan Carlos Osorio, a solo horas de enfrentar a la Nacional.

Lea: Juan Carlos ve más ofensiva a la Selección de Óscar Ramírez

"Borges ha mostrado ser un jugador de alto nivel y lo acompaña Guzmán, que ha sido una grata sorpresa", recalcó Osorio.

El timonel mexicano también resaltó la habilidad de Borges para pisar el área rival, una función en la que estuvo más restringido en los últimos duelos, cuando el rol de marca y distribución del balón lo obligó a disminuir sus escaladas a la ofensiva.

En esta hexagonal, Borges acumula 278 pases en corto, nueve con opción de convertirse en anotacion. También suma 89 balones disputados y únicamente ocho remates.

Con Guzmán como enlace, uno de los dos volantes mixtos puede soltarse para ir al frente. Esta proyección acabó por ser fundamental en la visita a EE. UU., cuando predominó la presión alta y se observó a alguno de los dos colaborando en labores de ofensiva.

También se denotó un crecimiento emocional en el juego de Guzmán, quien logró disputar el partido completo, pese a que fue amonestado en la etapa inicial.

"Uno tiene que saber que está jugando una eliminatoria, está en juego un Mundial y hay que amarrarse los dientes y darle con todo. Hay que saber jugar al límite", explicó.

Los sacrificados tienen nombre y apellido: Rándall Azofeifa y Yeltsin Tejeda. El primero es quien ha venido a menos en este proceso, después de perder su puesto en el once estelar.

Tejeda, en cambio, empezó con poco protagonismo, pero luego ganó terreno en Copa Oro, convirtiéndose en un relevo habitual dentro de la propuesta de Machillo.

Quizás la diferencia proviene de las características de Guzmán, que tiene más recorrido físico que Azofeifa y mejor conducción de balón que Tejeda, lo que le permite ser un jugador más balanceado.