La ‘verdad’ de Brasil 2014 contada por el expresidente de la Comisión de Selecciones que terminó en un juicio

¿Recuerda qué fue lo que dijo Adrián Gutiérrez en el programa ’120 Minutos’ de Monumental y que motivó a Keylor Navas, Bryan Ruiz y Celso Borges a querellarlo por difamación? Aquí podrá leer esas manifestaciones

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¿Qué fue en sí lo que dijo el expresidente de la Comisión de Selecciones Nacionales Adrián Gutiérrez para que haya sido querellado por Keylor Navas, Bryan Ruiz y Celso Borges?

Quizás esa sea una pregunta que usted se haga, porque a veces pareciera que el juicio es contra Jorge Luis Pinto o contra Eduardo Li.

Todo se remonta al 31 de octubre de 2018. Ese día, Gutiérrez acudió a Radio Monumental, en La Uruca, para ser parte del programa 120 Minutos.

Ahí, pronunció unas palabras que hoy lo tienen en el banquillo de los acusados, al igual que al exfederativo Juan Carlos Román, quien sostuvo las manifestaciones de Gutiérrez, al charlar del tema en el programa Oro y Grana.

Habían pasado cuatro años de Brasil 2014 y estaba reciente la presentación sin pena ni gloria de Rusia 2018.

Ese 31 de octubre de 2018, Gutiérrez acudió como invitado al programa radiofónico y para comenzar indicó que estaba alejado desde setiembre de 2015. Y en efecto, él no había vuelto a aparecer.

“Cuando ingresó el nuevo comité director, ellos asumieron las riendas y en el caso mío no rimo con algunas formas de administración que hay y preferí alejarme antes de que me dijeran hasta luego”, relató Gutiérrez.

Después pronunció: “Todos saben que cuando llega Pinto hay polémica, cuando a mí se me ocurre volver a traer a Pinto, porque ya lo había traído en 2004, recibí bastantes ataques. Sin embargo, un apoyo importantísimo de parte de don Eduardo Li”.

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Indicó que a partir de eso se puso a funcionar la máquina que con el tiempo fue puliéndose y llegaron los resultados de mejora de la Selección.

“Una situación importante era hacer el campamento en Estados Unidos, cosa a la cual yo me opuse totalmente, al punto que logré que se hiciera en el Proyecto Gol. Convertí a Jorge Luis en pro Proyecto Gol, no ir a Colombia ni ir a Estados Unidos y eso le generó a la Federación una economía muy grande”.

Dijo que no lo estaba haciendo en una visión de lo económico, porque eso era lo que menos le interesaba en ese momento, sino que quedaba muy cerca de ir a Brasil.

Contó que había una serie de permisos que el colombiano les daba a los jugadores.

“Eso nos daba un respiro para la bomba que se veía venir no estallara”.

Pasaban concentrados dos días y un día no.

“Hubo problemas que solucionar, evidentemente. El tema de los teléfonos, el tema del ingreso. Nunca Jorge Luis entró a un cuarto después de las 10 de la noche. Quien quiera decirlo, es mentira. Pero a los jugadores les incomodaba que él no les tuviera confianza. Probablemente eso es de formación de Jorge Luis, de tantos chascos que le pasaron en Colombia con tanta pinta de jugador por decirlo así, que tuvo”.

Relató que eso incomodó al punto de que tuvo que hacer una reunión y pedirle textualmente a Pinto “el ingreso a eso y contrariamente no fue darles la razón, sino ordenarlos, que el que estuviera fuera de su cuarto después de las 10 de la noche sería suspendido”.

Dijo que él no pensaba ir de delegado a Brasil. Sin embargo, Eduardo Li y el Comité Director se lo pidieron, porque las relaciones del resto de los miembros con el técnico “estaban un tanto dañadas”.

“Me duele por don Rafael Palma que era el designado, que yo mismo lo había propuesto, pero surgió un motivo de fuerza mayor”.

Explicó que se hicieron cosas importantes, como que después de la rifa, se le dio un seguimiento a los rivales. Había un visor para cada selección pagado por la Federación y escogido por Pinto, que seguían el momento futbolístico de cada uno.

Con eso, Costa Rica tenía mayor conocimiento sobre los rivales, que en ese momento, no le prestaron atención a la Selección.

Sobre esos visores, apuntó que eran colombianos, exceptuando uno que era costarricense y que era el que estaba encima de la Selección de Inglaterra.

Indicó que eso no había hecho público, como la mayoría de las cosas.

“En realidad, Brasil 2014 fue candente, fue difícil la situación interna, que después se revelaron algunas cosas. Algunas se pueden revelar en este programa y algunas por ética no se puede porque yo era parte del mismo grupo. Era alguien que podía tener injerencia en el camerino. Entonces, hay cosas de códigos de lealtad que no rima que se toquen”.

Citó que antes del Mundial ejerció un control grande sobre Pinto.

“Pregunte por qué no fue Carlos Hernández al Mundial… Jorge Luis quería llevarlo y se le pusieron pautas de ciertos jugadores que no iban a ir al Mundial. Yo lo puedo decir de mi parte que sí tuve roces con Jorge Luis, pero esos roces fueron cuando tuve que ser la autoridad porque consideraba que las cosas se estaban saliendo de nivel”.

Literalmente, subrayó que hubo momentos en los que los jugadores se le acercaron y le dijeron que estaban fundidos.

“Hubo otro momento en el que tuve que acercarme a los capitanes y decirles: ‘¿Qué está pasando?’. No puede ser posible que en una mañana haya nueve jugadores que no pueden entrenar en la tarde porque se sienten resentidos o tienen alguna cosa. Algo estaba pasando, evidentemente. Yo le tuve que suspender dos prácticas de tarde a Jorge Luis, cosa que no le gustó, durante el Mundial”.

Recalcó que el técnico y él tuvieron sus roces, pero lo definió como un matrimonio singular, porque a veces pasaban dos o tres días que el colombiano no le hablaba, o la inversa.

“Había que tener un punto medio entre el análisis de si los jugadores tenían la razón en ciertas cosas, o si Jorge Luis las tenía. Yo no podía poner en ese momento que él era mi amigo. Aquí sencillamente yo dije claro antes de irnos, llevo la autorización y así se lo dije a Eduardo: ‘Si usted me va a mandar allá, me da la autorización de mandar para Costa Rica a quien no cumpla los cánones normales que tienen que jugarse en una colectividad y en una competencia como a la que vamos’”.

En ese punto, dice que él tenía el respaldo de Li, en que si era necesario mandar a Pinto de vuelta, se devolvía. Y si era un jugador, igualmente.

Luego de pronunciar eso, el periodista Pablo Guzmán le preguntó a Gutiérrez si antes de irse al Mundial, ya estaba decidido que Pinto no seguiría.

“Volvemos a lo mismo, hay cosas que públicamente nunca se han dicho, pero yo creo que hay que ser honestos. Sobre todo, si yo sigo manteniendo una amistad con Jorge Luis, no le puedo seguir ocultando ciertas cosas. Sí, ya había mucha presión para que Jorge Luis se fuera y ya la decisión de no continuar con Jorge Luis estaba antes del Mundial, independientemente de los resultados que se dieran”, afirmó Gutiérrez.

Contó que después del partido contra Italia, Li se le acercó y le dijo: ‘¿Qué vamos a hacer con el hombre?’...

“Yo creo que una vez que se logró lo que se logró, tengo que necesariamente de la primera persona en orden de mando, la primera persona era yo, es muy feo decirlo y ponerse en primer lugar. Jorge Luis, jugadores, cuerpo técnico, cuerpo auxiliar, todo el mundo dio más de lo que se necesitaba”.

Añadió que duró mucho tiempo en comprender qué era lo que sucedía.

“Yo no me despegaba del hotel simple y sencillamente porque creía que si me despegaba del hotel, se desbarataba todo. Cosa que probablemente en la realidad no era así. Pero la mayoría de las personas que estaban ahí, tenían ese mismo pensamiento”.

Citó que por encima estaba el resultado y la Sele que cualquier otra cosa. “Y los jugadores lo entendían perfectamente y el técnico lo entendía”.

“Los jugadores sabían que Pinto les podía aportar esa guía para lograr mejores resultados y ellos valorarse mucho más en el contexto futbolístico mundial. Y Jorge Luis sabía que necesitaba los jugadores para eso. Por eso, las diferencias que habían era como te ataco y no te ataco. Como que mejor lo delego en el doctor para que no se haga un polverío”.

En cuanto al tema de las familias, ya propiamente en el Mundial, expresó que hay cosas de sentido común, que el futbolista es el actor y hay un código de responsabilidad que el jugador debe cumplir.

“Por supuesto que Jorge Luis se oponía a todo eso. La señora de Jorge Luis estaba en el mismo hotel y ellos dormían en cuartos aparte. Nunca se pasó para el cuarto de él la señora”.

Sin embargo, al calor de los resultados, las presiones comienzan a cambiar.

“En un par de oportunidades después de dos resultados positivos se les dio permiso a los jugadores para que compartieran con sus señoras. En otra situación no encontrábamos hotel para las esposas de los muchachos y no hubo más que estuvieran en el mismo hotel. Sin embargo, se pusieron a todas las mujeres en el primer piso. Aquí hay un hecho simpático que pocos conocen. Jorge Luis les pagó a los guardas para que le informaran si algún jugador bajaba, de plata de él”.

Del Mundial dijo que ya era difícil pasar a otro nivel, porque había un grado de agotamiento importante en el grupo y jugadores con tarjetas acumuladas y otros tocados, lesionados, pero contra Holanda se quería pasar y no se logró en los penales.

Cuando terminó la hazaña, la rigidez en cuanto a disciplina se acabó y recordó que Pinto estuvo en ese festejo de los jugadores.

Gutiérrez no quiso asistir, porque pensaba que era el espacio de ellos y había que dejarlos.

Señaló que él nunca vio que el técnico se peleara con gente externa de la delegación, “pero sí con gente de la delegación, con sus asistentes, con la nutricionista, que fue blanco de sacarse los clavos internos de Jorge Luis”.

Ante la consulta directa de que si hubo maltratos, contestó que hay que dividir los espacios con lo sucedido antes del Mundial, en la cita planetaria y posterior a eso.

Pinto le contó que iría a unas conferencias y que pasaría por Costa Rica. Antes de eso vendría al país con la Selección y se devolvía para terminar de ver el Mundial.

“Era raro, como poco interés de las cosas. Tengo que confesar que en ese periodo fuimos a Colombia y hablamos con el que fue posteriormente técnico de la Selección Mexicana, Juan Carlos Osorio. Un caballero, un tipo con gran conocimiento futbolístico, pero en esa situación nadie bajaba de $100.000 y se lo puedo decir porque fui dos veces con Eduardo a Argentina”.

Indicó que entrevistaron a ocho o nueve técnicos, fueron dos veces a Colombia y dos veces a Panamá, para repartir traslados.

“Solo Gareca nos bajó a $90.000 - $95.000. En el caso de Osorio, él alegó que tenía a su papá con Alzheimer, que no podía venirse. En el caso de Gareca todos sabemos su cercana afinidad al pueblo peruano y la presión hogareña valió. Se hicieron todos los intentos para que se lograran las cosas y en muchas de estas reuniones siempre fue partícipe Rodolfo. Él siempre fue un freno de no querer que se gastara esas cantidad”.

Citó que Li era más romántico, pero Villalobos era el tesorero “y yo estaba en medio de los dos”.

Recordó que Pinto llegó a Costa Rica, se reunieron con él y comenzando la reunión, “estalló el asunto”.

“Los jugadores al día siguiente de regresar a Costa Rica, Celso, Bryan y Keylor se reunieron con Eduardo y con Rodolfo. Yo no pude asistir porque tenía que trabajar y dijeron, según me narraron ellos: ‘Nosotros con Pinto no vamos, si ustedes lo ponen, somos capaces de ganar, de perder uno, dos, tres, cuatro, cinco partidos que sean con tal de que lo quiten’”.

Dijo que cuando llegaron a esa reunión con Pinto, ni habían comenzado ellos a hablar, cuando el colombiano “se disparó”.

“Yo no quiero este cuerpo técnico, yo no quiero esto, yo no quiero lo otro. Eduardo le dijo de la situación que existía con los jugadores, que ellos no lo querían. A Jorge Luis le costó aceptar eso. Pocas de las veces que lo ví con los ojos vidriosos fue en esa oportunidad. Juraba que tenía roces con algunos jugadores, no que todos”.

Además, dijo: “Esas situaciones fueron las que se dieron para que finalmente Jorge Luis no continuara”.

Reseñó que el cafetero no vislumbraba la situación que existía con los jugadores.

“Uno sí veía porque tal vez el ángulo de la óptica que yo tenía era un tanto neutral entre jugadores y técnico. Entonces, sí podía palpar fácilmente el ambiente, pero bueno, esas fueron las cosas como sucedieron”.

La situación era compleja, porque según Gutiérrez, cómo se le iba a decir al pueblo y a la prensa el día después, sin habérselo indicado al técnico.

“No iba a coger el teléfono para decirle, mirá… Yo siento que había cumplido con el Mundial. Esto se me salió de las manos porque yo no estuve en la reunión y no puedo ser tajante en decir esto… Mi reacción tal vez hubiera sido diferente. Yo no hubiera aguantado que me dijeran una cosa de esas. Sin embargo, se aguantó y cuatro años después ahí están los resultados”.

Cree que la molestia era por la disciplina impuesta, “por ciertas cosas de choque al final que se dan entre capitanes y técnico, donde lo inflexible de Jorge Luis no permitía ir un poco más allá de algunas cosas”.

Gutiérrez insistió en que durante el Mundial, los jugadores se portaron a la altura.

“Primero fue Costa Rica, su bandera, su país, su equipo, su gente, antes de cualquier cosa. Yo no tengo queja del grupo, de que alguno se saliera del canasto con cosas más allá, porque primero, lo dieron todo. La reacción que tuvieron posteriormente los emisarios, porque estos tres jugadores eran los emisarios del resto. No podemos crucificar a tres por el comportamiento global”.

Con respecto a lo de los premios, dijo que en un momento sintió que le estalló una bomba en la cara.

“Fue cuando se tocó eso dentro del Mundial y eso podía partir la armonía que existía entre los jugadores. Sí hubo reacciones violentas, difíciles en ese momento, pero siento que se manejó bien. La ayuda de (Jaime) Perozo fue importantísima. Nos reunimos con gente de un bando y de otro bando, se ordenó la barca y seguimos adelante”.

Empero, admitió que él sentía que eso sí era un problema que se iba de las manos.

“Ya era un tema muy difícil. Es como cuando somos muy hermanos, pero hay una herencia, el dinero de por medio es difícil. Hubo actuaciones muy loables de ciertos jugadores, otros no tuvieron ese comportamiento, pero aquí es donde entra la ética del camerino, de la confianza que hay, que yo no puedo puntualizar esas situaciones, pero negar que existió la situación, no puedo negarlo”.

En aquella famosa conferencia de prensa, cuando se habla del finiquito de Pinto, el colombiano no habla de los jugadores, sino que se refiere directamente a Paulo César Wanchope, aunque no dio nombres.

A él se le puso una etiqueta, cuando Pinto dijo que había dormido con el enemigo.

“Yo era el garante de esa conferencia, donde intervenían únicamente Eduardo y Jorge Luis. Y todo lo que hablamos, lo que se dijo minutos antes de salir a la conferencia no tenía nada que ver. No sé en qué momento Jorge Luis se disparó por otro lado”, recordó Gutiérrez.

Y añadió: “Todos sabemos que Jorge Luis en su temperamento a veces es un tanto difuso, explosivo, no sé si ese momento fue el que le caló el hecho de que tengo que irme después del resultado que dí, todo lo que dí por este país, por los jugadores”.

También defendió a Chope, porque cree que si eso hubiese sido así, mucho antes habría pedido la cabeza de Paulo por el resentimiento y el serrucho.

“En este tipo de cosas y tenemos que confesarlo los dirigentes, siempre tratamos de buscar un jugador o un asistente, que más o menos nos tenga al tanto de las cosas que pasan adentro. Un tipo de espionaje… Desgraciadamente es necesario”.

Posteriormente, contó una anécdota de 1984, cuando era directivo de Saprissa y José Mattera, con quien tuvo una gran amistad, le dijo que él era el responsable del equipo. Y Gutiérrez le contestó que no, porque los responsables de la institución eran los directivos, sus jefes que le ponían ciertas condiciones y que el técnico dirige en la cancha.

“Uno tiene que saber cuánto era el funcionamiento o del equipo. Saprissa en su gran crisis, en la cambiadera de entrenadores que yo ni me acuerdo cuántos tuvimos y la situación económica agobiante. Se cambiaban técnicos a cada rato y por qué se cambiaban, porque había una argolla de jugadores a los cuales el presidente les creía al 100% y ellos quitaban y ponían a quien les daba la gana”, aseveró.

Cree que esas vivencias le sirvieron mucho para tener ese punto medio de equilibrio para manejar el grupo durante un mes.

Gutiérrez recordó que Ricardo Chacón le había comentado que tuvieran mucho cuidado, que no se les disparara Pinto, porque ya en Alajuelense había pasado en una conferencia de prensa cuando le iban a renovar el contrato.

“En esas carreras a mí se me olvidó y cuando el hombre se disparó, yo me quedé neutro. Le digo sinceramente, me quedé en neutro. Qué pasó, se nos fue de las manos, no hay nada que hacer, ya el daño está hecho y de ahí nos fuimos a la oficina. Estaba el papel del finiquito del premio del Mundial y de las etapas que había pasado Jorge Luis, ahí estaban los premios y Eduardo decide no entregarle eso, me imagino, como revancha de lo que acababa de pasar”.

Al contar eso, se le vino a la mente una frase de Pinto, que considera que ingenuamente, o muy calculado, le dijo a Li: ‘¿Pero qué fue lo que pasó?’.

Keylor Navas, Bryan Ruiz y Celso Borges niegan que hayan amenazado con perder partidos para quitar al entrenador y se sienten difamados. Por eso es que con esta querella, están pidiendo una indemnización por ¢35 millones.

Después de los testimonios de los tres jugadores y sus esposas, de Noel Ibo Campos, de Rodolfo Villalobos, de Eduardo Li, de Jorge Luis Pinto y de Álvaro Saborío, este lunes, la abogada de los querellantes, Gianna Cersósimo, presentó una copia del contrato del seleccionador y afirma que la cláusula que mencionó Li, sobre la destitución por la pérdida de partidos, no existe.

El Tribunal decidió ordenarle a la Federación Costarricense de Fútbol que presente una copia certificada del contrato de Pinto, así como todos los borradores del documento que tenían para una posible renovación luego de Brasil 2014.

La próxima cita en el I Circuito Judicial de San José quedó programada para este miércoles, a partir de la 1:30 p. m. y la intención es que este caso se resuelva en esta misma semana.

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