Johnny Woodly: el 'viejo' más apreciado del fútbol tico

Con 35 años, firmó con Alajuelense y recientemente fue llamado a la Selección para la Copa América; el futbolista dice tener una diferencia en relación con sus colegas: "Es mi físico, es distinto; puede preguntar".

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Orlando, Florida

Johnny Woodly es el sexto futbolista más viejo de la Primera División, detrás de Donny Grant (40 años), Mario Víquez (37), Alejandro Alpízar (36), Danny Fonseca (36), Víctor Núñez (36) y Leonardo Adams (35).

Danny tiene un Mundial encima y ha considerado el retiro, igual que el Mambo y el Matador, quienes empiezan a hablar de la posibilidad de colgar los tacos en el corto plazo. Woodly, en cambio, vive sus años mozos.

Con 35 años, firmó con Alajuelense y recientemente fue llamado a la Selección para la Copa América. El futbolista dice tener una diferencia en relación con sus colegas: "Es mi físico, es distinto; puede preguntar".

Después de que Carmelita confirmara su permanencia con una victoria frente a Santos en la última jornada, en los pasillos hacia los vestuarios del coqueto Ébal Rodríguez, el técnico guápileño Johnny Chaves hacía una reflexión sobre el artillero: "Corre, choca con los defensas, se mueve al espacio. No es un jugador estático".

¿Cómo un jugador, a los 35 años, puede correr durante 90 minutos y jugar a alta intensidad?

"En las pruebas físicas fui de los más destacados del equipo, en velocidad y resistencia. Mis tiempos son muy buenos. Sé que soy un veterano, pero me siento muy bien para jugar", insistió Woodly.

Aun así, el llamado no lo deja de sorprender. Vive con emoción esta oportunidad, pese a las críticas de un sector de la afición que lo considera muy viejo y no comprende cómo Óscar Ramírez lo eligió en vez del goleador florense Yendrick Ruiz (11 anotaciones), del romperredes rojinegro José Guillermo Ortiz (11 goles) y del futbolista del Dnipro de Ucrania, John Jairo Ruiz.

Quizás lo que más lo sorprende es que el llamado haya llegado luego de jugar con un club que aspiraba a la salvación, en el que celebró en siete ocasiones y redondeó un promedio de gol del 23%, y no cuando superó los 100 goles en el fútbol de China, hace casi dos años.

Woodly se sentía frustrado por eso y en algún momento analizó retirarse. Cuando entrenaba con el equipo de Asojupro (de jugadores desempleados) a inicios de este año, pensaba en buscar un club que le permitiera mostrarse en Primera por un tiempo y luego aprovechar sus contactos en China para mover a futbolistas ticos. Sería, en poco tiempo, un agente de futbolistas más en el mundo.

Sin embargo, en una charla con La Nación, el delantero confesó tener dos espinitas clavadas en el pecho, que guardaba la fe de sacar antes de dejar el fútbol: jugar en un club grande y vestir la camiseta de la Nacional.

Machillo sacó la primera de ellas; José Giacone la segunda. Ambos estrategas con un amplio aprecio hacia los movimientos con balón y sin este terminaron valorando el estilo del artillero de 1,87 m.

En una charla informal, un miembro del cuerpo técnico de la Tricolor definía el físico de Woodly como exuberante. A sus 35 años, corre como uno más del grupo (aunque sea el segundo mayor después de Saborío), con la diferencia de que los años en cancha, el aprendizaje y los tropiezos lo hacen moverse mucho mejor dentro del campo.

Para el técnico nacional, es fundamental que el jugador entienda lo que debe hacer con la pelota, que tenga precisión en el pase corto y que comulgue con su idea de sacrificio.

Al parecer, Woodly cumple los tres propósitos. De paso, en la Sele creen que junto a futbolistas de alta calidad en la generación de juego, como Bryan Ruiz o Joel Campbell, puede sacar lo mejor de su repertorio.

Woodly tiene 35 años, es el sexto jugador más viejo en la Primera, pero de ellos fue el único que llegó a la lista del Macho.