El Mundial Femenino Sub-17 celebrado en 2014 continúa dándole réditos a Costa Rica y es visto como la base que sentó el país para tener la posibilidad de organizar más campeonatos de este tipo bajo la coordinación de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA). Las conclusiones de ese entonces se convirtieron en el primer paso para que ahora se realice el Mundial Sub-20 de 2022.
En agosto del próximo año Costa Rica será sede del torneo femenino, por esa razón la FIFA está haciendo su tercera visita a suelo nacional, para confirmar las buenas sensaciones generadas en las inspecciones anteriores.
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Roberto Grassi, jefe de torneos juveniles de la FIFA, y alrededor de 20 personas más que trabajan para esta organización tienen la tarea de revisar, explorar y anotar cada detalle, según sus funciones. Por ejemplo, hay personas dedicadas 100% a temas de mercadeo, otras en el estado de la gramilla, seguridad o venta de tiquetes, solo por mencionar algunas áreas.
De acuerdo con Grassi, hasta el momento no hay ningún problema ni grandes desafíos que pudieran poner en peligro el mundial o comprometer al país para seguir los planes en los próximos diez meses. Todo lo contrario, su resumen es positivo.
“Estamos satisfechos de lo visto hasta ahora, estuvimos aquí a inicios de 2020 entonces teníamos una idea de lo que íbamos a encontrar, estamos muy cómodos con la infraestructura del estadio. Somos muy positivos con lo que veremos en los próximos días y satisfechos con lo hecho por la federación y el comité organizador”, explicó.
Así como inspeccionó el Estadio Nacional, hará lo mismo en el Alejandro Morera Soto, la otra sede del campeonato femenino, así como las canchas de entrenamiento, entre las cuales se encuentran tres del Centro de Alto Rendimiento de Alajuelense. También hay una en Piedades de Santa Ana, en ese mismo cantón se está construyendo otra en Río Oro, así como en el Proyecto Gol, donde hay dos y falta una más.
Cada detalle cuenta, pero el eje central radica en el estado de las gramillas, a las cuales también se les han hecho mejoras para cumplir con los estándares impuestos por la FIFA. El objetivo, comentó Grassi, es dejar las canchas en condiciones más altas de como se encontraron.
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Asimismo la FIFA se fija en otros detalles que envuelven al país como tal y los cuales ya se conocían, gracias al Mundial de 2014, por lo que simplemente es confirmar las condiciones idóneas para desarrollar la copa.
“Estamos contentos desde el inicio, desde que la federación expresó su intención de hacer el torneo. Ya se había celebrado una copa del mundo aquí y Costa Rica cumplía con todas las condiciones. Había una buena base que fue el mundial de 2014; lo demás era hacer visitas y ver mejoras. Desde el inicio había mucha confianza por el precedente sentado en el 2014. Solo es confirmar la buena impresión que tenemos″.
“Buscamos buena infraestructura, y otros aspectos dentro de una organización, como seguridad, condiciones del país...Para FIFA es importante que en torneos juveniles las jugadoras estén en un ambiente seguro, con facilidades. Nos fijamos en qué pueden ofrecer los países a los atletas en actividades, entretenimiento, naturaleza y Costa Rica cumple con todo”, añadió Grassi.
Esta es la tercera y última inspección de la FIFA, la cual terminará el jueves, aunque los encargados de revisar las canchas se quedarán unos días más.
“Lo más importante es que estamos muy avanzados en organización y ahora necesitamos que cada área funcione como relojito”, mencionó Víctor Umaña, presidente del Comité Organizador Local (COL).
El Mundial Femenino Sub-20 se realizará del 9 al 27 de agosto de 2022.