La Selección Nacional llegó a 11 partidos sin ganar, pero ni siquiera ese dato tan revelador es lo más preocupante. Es aún peor darse cuenta de que Estados Unidos, un combinado con el que hace no mucho Costa Rica competía de tú a tú, hoy le saca mucha ventaja.
El conjunto norteamericano se encargó de dejarle muy claro a la Nacional cómo será la eliminatoria... y también los próximos años, porque la exhibición de este miércoles demuestra un cambio generacional que ya recoge sus frutos.
El fogueo, con resultado de 4-0 en contra, terminó siendo el parámetro perfecto para medir cuán lejos está la Tricolor de uno de sus rivales directos hacia Catar 2022.
Antes de este duelo la crisis ya de por sí era evidente, pero Estados Unidos se encargó de agudizarla con un equipo B, eso sí, plagado de legionarios, la mayoría provenientes de equipos europeos de la máxima categoría.
Solo uno de los titulares pertenece a la MLS, la liga que se ha convertido en el mercado predilecto para los ticos al salir de Costa Rica.
Además, el promedio de su conjunto estelar fue de 23 años (solo tres mayores de 24 años), mientras en la Sele ese número aumentó hasta 27.
Algunos ejemplos de esas realidades de Estados Unidos son Brenden Aaronson, anotador del primer gol, con apenas 20 años y jugador del Red Bull Salzburgo de Austria. Tim Weah (21), futbolista del Lille de Francia, o el delantero Daryl Dike (21), quien juega en la segunda división de Inglaterra y este miércoles hizo el primer gol con la camisa de la selección mayor.
Y aun con ese cartel (y desarrollo sobre el campo), el equipo del norte pudo darse el lujo de utilizar solo uno de sus titulares de la victoria del domingo ante México, lo que confirma la cantidad y calidad de sus jugadores.
Pero además de envidiar el proceso de los estadounidenses, se demostró la dificultad de los nacionales para, al menos, responder de alguna forma ante un contrincante arrollador.
Es cierto, Costa Rica no jugó con su once estelar (el cual tampoco está claro), pero en su mayoría son jugadores con historial en la Tricolor. Al mismo tiempo se sigue pensando en que jugadores con más de 28 años sean la salvación.
Ni siquiera el intento -hasta ahora fallido- por hacer el recambio pueden mostrar algo de la intensidad que puso sobre la cancha su rival.
Probablemente, el portero Ethan Horvath se aburrió en la cancha del Rio Tinto Stadium, donde ni siquiera hubo un acercamiento serio de gol de los costarricenses.
Anotar se convirtió en un lujo difícil de conseguir para la Selección dirigida por Rónald González, pero esta vez ni siquiera generaron opciones.
Y el único problema no era la ausencia de ataque. También falló el bloque, inútil cuando Estados Unidos decidió hacer pases filtrados, con la facilidad de que tanto el receptor como quien asistió lo hizo con total libertad, para muestra el segundo gol. En ese y el primer tanto, la Sele quedó “partida”, con dos o tres pases del rival.
Las salidas desde campo propio también fueron un desastre, evidenciado en el tercer tanto.
La intensidad, presión y capacidad para pensar rápido solo estuvo del lado del equipo local, dándose un paseo ante los ticos.
Once partidos sin ganar son apenas una muestra del abismo en que está viviendo la Selección Nacional.