Escuela de fútbol saca petróleo de los barrios del sur y lo lleva a la Sele

Consultans tiene dos mundialistas infantiles, cuatro seleccionados en la actual Sub-17 y cuatro en la Sub-15. Todos los jóvenes son de los barrios del sur.

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Cuando el entrenador Edson Soto asentó su escuela de fútbol en los barrios del sur, lo atribuyó a condiciones tan fáciles de apreciar a plena vista que a veces pasan desapercibidas: los niños ‘mejenguean' siempre y a cada rato, con un ‘cuero’, en la lluvia o bajo el sol más intenso. También hay decenas de canchas multiuso; el típico planché de cemento que se llena en las tardes y permite pulir la técnica. Y el instinto de supervivencia, que bien dirigido se transforma en hambre y ganas.

La mayoría de niños se forman en un ambiente complejo, en escuelas y colegios de difícil presente y con obstáculos constantes que los tientan a resbalar. El fútbol se transforma en un escape a los vicios y las malas compañías. Y también en una salida para crecer y creer. Para soñar y enfocarse.

Hoy la Sele Sub-17 tiene cuatro jóvenes de esta escuela de los barrios del sur. Dos de Alajuelita, uno de Hatillo 8 y otro del María Aguilar. Hay otros cuatro futbolistas en la Selección Sub-15 y también dos mundialistas infantiles. El central Fernán Faerrón participó en la cita de India y luego saltó al balompié de Austria.

Edson Soto recuerda cómo Faerrón regresó a su escuela después de que en Saprissa le dijeron que no tenía condiciones para jugar como zaguero. Hoy es legionario.

El proyecto que comenzó hace una década como la Academia de Fútbol METT (Método de Entrenamiento Técnico y Táctico) fue ‘rebautizado’ hace seis años como ‘Consultants’, a razón de una alianza con la empresa que hasta ese momento solo representaba jugadores.

Consultants se especializó en manejar futbolistas, pero sobre todo en crear alianzas para colocar a sus prospectos en universidades de Estados Unidos.

Resultó un buen socio para Soto y su academia, pues el técnico necesitaba proyectar a sus valores más destacados.

La experiencia del entrenador de ceder a sus futbolistas a otros clubes no había sido buena. Por ejemplo, envió a Emanuel Coronado a Saprissa cuando tenía nueve años, pero lo echaron. Regresó a su academia y hoy es parte de la Sele Sub-17. Lo mismo le sucedió con el mundialista infantil Ronier Bustamante y con Faerrón.

Soto se dio cuenta de que en su academia podía ofrecer una formación de calidad, basada en tres premisas fundamentales. La primera y básica es tomar a los jugadores desde una edad muy temprana (ocho años) para potenciar al máximo sus habilidades y limitar, hasta donde sea posible, las deficiencias técnicas.

También, crear un método pedagógico para que los jóvenes "aprendan a entrenar”, pues había prospectos talentosos, pero sin las herramientas para conocer desde lo más básico (ponerse bien las espinilleras), hasta cómo calentar y trabajar el desarrollo técnico y táctico.

“Primero busco la inteligencia de juego. Que el futbolista tome buenas decisiones. Segundo: nos enfocamos mucho en el trabajo de la técnica en situación real de juego, que es lo que el nivel internacional exige; golpear fuerte el balón y saber perfilarse”, explicó Soto.

También proyectó a sus equipos para que adquirieran roce internacional en torneos como la Copa Disney y Copa Chivas; esto les permite competir y compararse con otros jóvenes.

La proyección. Como Soto asistió a tres mundiales menores como asistente, cree tener bastante certeza de lo que buscan los entrenadores de selección menor para afrontar los torneos internacionales.

En esta escuela de fútbol la mayoría de talentos son becados, pero también hay un alto porcentaje que paga mensualidad, pues hoy en día son cerca de 300 futbolistas.

Cuando disputan un torneo fuera del país, hacen rifas y actividades para costear las giras. Un porcentaje de los niños de la academia proviene de escuelas privadas, por lo que en ocasiones los padres de estos menores asumen el costo de los niños que no pueden pagar el viaje.

Cuenta Soto que, en muchas ocasiones, Bryan Ruiz donó camisetas que posteriormente se rifaron. El hijo del capitán de la Tricolor tiene 11 años y es parte de la academia de fútbol. Al aparecer, tiene "la técnica y la visión de juego" de su padre, nacido en Alajuelita.

"Es un buen jugador y muy talentoso", agregó Soto.

El proyecto Consultants trabaja todos los días en el estadio Ernesto Rohrmoser. La visión de su fundador es crear un complejo deportivo, aunque reconoce que hay pocos espacios en los barrios del sur y no está dispuesto a dejar la zona en donde más saca petroleo.