El técnico que podemos pagar

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

El bolsillo no alcanza para costear lujos y la Sele se resigna a deshojar la margarita en procura de un técnico que sirva para el propósito inmediato sin poner en riesgo las arcas.

Eso limita las posibilidades de que un relumbrón encumbrado se decida a recalar por aquí, pero alienta a colegas con menos pretensiones económicas dispuestos a laborar.

Igual resulta irónico que con los $8 millones que FIFA entrega a cada selección mundialista solo por participar, ahora falte presupuesto para dar con un buen estratega.

Le voy a caer mal a los futbolistas y al entrenador, pero quizá sea hora de revisar lo que se paga por concepto de premios por clasificarse a la Copa del Mundo y de repartirlo mejor.

Ese monto debería ser único y pagarse contra resultado obtenido en el Mundial, no antes, de manera que se entregue una cantidad acorde con la calidad de la presentación.

De esta manera, una participación brillante significará la posibilidad de embolsarse una suma generosa y merecida, y no como ahora, en donde sin conocer el monto, imagino que les correspondió una cifra que contrastó con la pobre exhibición.

A riesgo de ganarme un sepelio con mortaja y caja blancas, mejor retomo la idea original y planteo que realmente nos conviene un entrenador con método, dispuesto a renovar y con carácter.

En algunas tertulias futboleras se ha instalado la idea errónea de que no hay valores en el país, de que no tenemos quién reemplace a este o aquel futbolista.

Están equivocados. Futbolistas sobran, lo que en verdad falta es un hombre que se juegue por ellos, que les abra la puerta a los jóvenes y que deje a los hombres con pergaminos quietos, en el sitio que les labró la historia.

Veo arqueros con nivel, defensores jóvenes promisorios, volantes de marca y creativos, un par de “enganches” interesantes, y por lo menos 4 o 5 de esos que juegan “por afuera” y desequilibran.

Nos falta, eso sí, un hombre de área, un referente con gol, pero se puede trabajar con tiempo a los Moya, Clunie, Wright y darles millaje internacional para ver, realmente, qué tienen.

Lo que temo es que se siga insistiendo en la estructura que se bañó de gloria en Brasil, alargando carreras que ya no dan para más, o citando jugadores que rodaron cuesta abajo y no dan visos de detenerse.

El técnico que se contrate no necesita de una credencial brillante: le alcanzará con una idea que respete nuestro juego, un método de trabajo, carácter y valor para renovar el 80% de la Sele.