De renovar a definir un estilo, los desafíos del nuevo técnico de Costa Rica

La renovación es necesaria, como también lo es buscar el relevo de Bryan Ruiz y definir la nueva propuesta de juego para el equipo

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Los desafíos del nuevo entrenador de la Sele son múltiples. La renovación es necesaria y urgente, como también lo es buscar el relevo de Bryan Ruiz y definir la nueva propuesta de juego, a razón de las tendencias que se han visto en el Mundial de Rusia.

Por lo visto en el último proceso, hay tres grandes retos.

Renovación. El equipo luce desgastado, principalmente del mediocampo hacia adelante, en donde tiene pocas figuras jóvenes ya consolidadas en el plantel base. Al equipo lo sostendrá un grupo de futbolistas que viene desde Brasil y complementan su buena edad con experiencia.

Por ejemplo, son los casos de Yeltsin Tejeda, Joel Campbell y Cristian Gamboa, futbolistas de entre 26 y 28 años, que deberían llegar en buen forma a disputar la eliminatoria venidera. Con excepción de Rónald Matarrita (24 años), el proceso que recién concluyó dejó pocas caras nuevas, lo que obliga a refrescar el equipo a las puertas de la ruta hacia Catar 2022.

Se prevé que el nuevo entrenador tenga que hacer un cambio generacional, con la dificultad de que la camada que debería empujar la renovación luce escasa, después de quedar fuera de dos mundiales Sub-17 y dos Sub-20. Matarrita y otros futbolistas como Allan Cruz, Wílmer Azofeifa, Mayron George y John Jairo Ruiz son algunos de los nombres que se rescatan en este proceso.

Sin embargo, solo Matarrita está afianzado, por lo que habrá que darle rodaje internacional a los nuevos jugadores para que lleguen preparados a la ruta mundialista.

También es muy probable que haya que adelantarse para ampliar la baraja con jugadores aún menores, entre los 20 y 22 años. Por lo tanto, el presidente de la Fedefútbol, Rodolfo Villalobos, anunció que se hará un trabajo conjunto con el director de selecciones menores, Marcelo Herrera, quien lideró la camada de esta edad en el último Mundial Sub-20 de Corea del Sur.

Desde ya, Villalobos hace énfasis en la necesidad de probar, dar rodaje e integrar en el plantel a los futbolistas jóvenes, algo que sucedió a cuenta gotas en la era de Óscar Ramírez. Es muy probable que en los próximos amistosos ya haya caras nuevas en la lista de la Mayor.

Bryan Ruiz. El peso ofensivo de Bryan Ruiz en los últimos dos procesos fue mayúsculo y es probable que no logre mantener su desempeño, si se toma en cuenta que ya tiene 32 años y llegaría con 34 a la ruta mundialista. No hay ninguna pieza consolidada para reemplazarlo.

Tal como le sucedió al propio Bryan en la ruta hacia Sudáfrica 2010, su primera eliminatoria como referente del ataque, tocará probar y darle roce a algún jugador hasta que sea una realidad.

En este Mundial es cada vez más común observar que el desequilibrio proviene de los hombres que se mueven por los costados, a razón de las transiciones rápidas. El 10 ha evolucionado para transformarse en un jugador que genera, pero también se sacrifica.

Si se nombra pronto al nuevo timonel de Costa Rica, se podrían utilizar los años previos a la eliminatoria para probar futbolistas que se ajusten al nuevo sistema de juego, el que al fin de cuentas decida utilizar el seleccionador elegido.

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"Costa Rica tiene que evolucionar. No se puede quedar con la propuesta del 2014. Hay que vender una imagen de una selección agresiva. La afición esperaba algo más y se llevó una bofetada. En lugar de progresar, retrocedimos”, dijo el exseleccionado y técnico Wálter Centeno.

Propuesta desgastada. El Mundial de Rusia ya marca algunas tendencias en cuanto a propuestas de juego. Los equipos apuestan a las transiciones rápidas y los bloques reforzados. Costa Rica no parece tener problemas en la retaguardia, pero sí en la generación.

Si la Tricolor Mayor aspira a cambiar de librillo en el siguiente proceso, también deberá variar las características de algunos de los hombres de ofensiva, para que se ajusten a la nueva propuesta. En este Mundial predominan los futbolistas veloces y fuertes en el mano a mano. Según Villalobos, se pretende buscar un estilo menos restringido atrás que el de Óscar Ramírez.

El jerarca de la Fedefútbol no da pistas sobre nombres, pero reconoce que es necesario analizar muy bien el perfil del próximo seleccionador, aunque evidentemente no se tiene tanto presupuesto como para contratar a un entrenador clase A en Suramérica.

"En Costa Rica hubo mucho divorcio entre las líneas. En el Mundial se ve que hay un bloque defensivo total y a la hora de recuperar la salida es muy rápida, pero sin perder el orden. Creo que sí se puede aspirar a aplicar estos conceptos”, explicó Horacio Esquivel, técnico de Limón.