Este viernes, cuando la Tricolor se enfrente a México, habrán pasado 15 años, 9 meses y 8 días desde que la Sele logró el histórico Aztecazo.
De aquella gesta en el Coloso de Santa Úrsula brotan recuerdos imborrables que se repiten una y otra vez: el tiro libre de Rolando Fonseca y, sobre todo, aquel remate cargado de veneno de Hernán Medford que hizo añicos el, hasta ese día inmaculado, templo mexicano.
De aquella Selección sobran fotos, videos, entrevistas, relatos... de aquella Costa Rica que vivió la gesta solo quedan recuerdos que el tiempo los convirtió en curiosidades.
Para el 16 de junio de 2001 no existía WhatsApp , tampoco redes sociales y mucho menos teléfonos inteligentes. El celular era un lujo de pocos: en el país solo estaban habilitadas 300.000 líneas celulares, una cifra minúscula comparada con las 7,5 millones que la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) registró al cerrar 2016.
Como era víspera del Día del Padre, en los diarios y la televisión abundaban los comerciales con ofertas, un reconocido supermercado vendía camisetas y pantalones de vestir en ¢3.000, un almacén de electrodomésticos tiraba la casa por la ventana con un televisor de 20 pulgadas “a solo ¢79.900 con impuesto de ventas incluido”.
Mientras que si el regalo para papá era un celular Nokia, “con cargador para carro, casa y manos libres, le costaba únicamente ¢52.900”.
Al igual que en este 2017, aquel 2001 vivía una etapa pre electoral en la que los candidatos Abel Pacheco y Rolando Araya estaban en plena cacería de votos. Meses después, Pacheco se puso la cinta presidencial, relevó a Miguel Ángel Rodríguez y gobernó hasta el 2006.
En el mundo, Estados Unidos tenía de mandamás a George Bush hijo, que justo el día que la Sele le ganó a México firmó una tregua con el ruso Vladimir Putin. ¡Una de las tantas!
Por su parte, Japón se ponía a la vanguardia en tecnología y sacaba a la venta un reproductor multimedia en el “que se podía ver televisión, escuchar emisoras de radio FM y reproducir discos digitales”. Algo así como lo que hoy hace un iPhone, que salió a la luz hasta 2007.
Eran otros tiempos. La película de moda en los cines del país era La Momia Regresa y la entradas tenían un valor entre ¢600 y ¢1.100. La cartelera también le ofrecía al público Miss Simpatía (con Sandra Bullock), Dr. Dolittle 2 y Tráfico, “ganadora de cuatro Oscar”.
En carretera, las presas empezaban a causar estragos, aunque la flota vehicular del país estaba compuesta por solo 708.043 automotores. El año pasado, el INS le cobró marchamo al doble: 1,4 millones de vehículos.
Salir con un kilo de tomate de la feria implicaba desembolsar ¢332, el de papa costaba ¢196 y el de cebolla ¢180.
¿Y el dólar? No había mayor diferencia entre la compra y la venta que oscilaban entre ¢326 y ¢327 colones (hoy ¢551 y 564, respectivamente).
El litro de gasolina súper costaba ¢194,50 y el de regular ¢186,80. Hoy, ¢598 y ¢570.
En los medios no se hablaba del puente de la platina pero sí de los disturbios provocados por un grupo de aficionados en la celebración en la Fuente de la Hispanidad, en San Pedro.
Tras el Aztecazo hubo 20 detenidos, algunos de ellos responsables de saquear un par de tiendas en San Pedro. También se reportaron 47 choques en distintos puntos del país, siete muertos y 17 heridos entre aquel sábado y domingo.
¿Qué decir de aquella Sele ? Medford jugaba en el Necaxa de México, Chope en Inglaterra, el Tuma Martínez tenía el look que lo hizo famoso: carrera al centro y pelo caído a los lados, Luis Marín sí tenía cabello, Wílmer el Pato López dejaba ver una melena con rape a los costados y William Sunsing lucía unas trenzas amarillo chillón.
En el fútbol nacional, la Liga exhibía el título de campeón, dirigida por Guilherme Farinha; el hoy técnico de Saprissa, Carlos Watson, era entrenador de una cámada de futbolistas que se aprestaba a jugar el Mundial sub 20 en Argentina. Erick Scott, Carlos Hernández, Warren Granados, Pablo Salazar y Winston Parks, entre otros, eran parte de sus pupilos.
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