No ha sido fácil para Cristian Gamboa acostumbrarse de nuevo a las trasnochadas. Su segundo hijo, Julián, nació hace menos de un mes en Escocia y la falta de sueño aún le pasa la factura.
Su primogénito, Felipe, también vio la luz fuera de Costa Rica, en la ciudad de Trondheim, Noruega, hace ya tres años.
Este país fue su primera escala desde suelo nacional.
“Con un niño se suda la gota gorda pero con dos el tiempo se acorta. Los dos nacieron afuera, pero son bien guanacastecos (ríe)”, dijo Gamboa.
La realidad del carrilero se repite en la mayoría de legionarios de la Selección , quienes cruzaron las fronteras cuando eran muy jóvenes y tuvieron a sus hijos en otros países, la mayoría de casos en el Viejo Continente.
En total, 14 hijos de futbolistas de la Tricolor llegaron al mundo en distintos lugares.
La cuna más común es Dinamarca, pues los descendientes de Christian Bolaños, Bryan Oviedo y Marco Ureña (es padre de gemelos) nacieron ahí.
En estos países destaca la enorme colaboración que da el gobierno a los padres para que puedan criar a sus niños con todas las comodidades posibles.
Según explica una nota del diario El Mundo de España, los papás reciben una colaboración de 100 euros mensuales por hijo, un monto adicional al salario.
También se les garantiza una plaza en una guardería y, si los menores no hacen uso de dicho lugar, pueden solicitar una compensación económica.
Al igual que Gamboa, hay casos de futbolistas que tuvieron dos hijos en países distintos.
Por ejemplo, el primer niño de Bryan Ruiz nació en Bélgica y el segundo en Portugal. En el caso de Oviedo, su primer hijo vino al mundo en Dinamarca y el otro en suelo costarricense. Rodney Wallace es el único que tuvo a su bebé en EE. UU.