Luego de conversar con su familia y meditarlo en su tienda de campaña, en el campamento base del monte Manaslu, a 4.700 metros sobre el nivel del mar (msnm), el montañista costarricense Warner Rojas, tomó la decisión de no continuar con el objetivo de hacer cumbre.
Las avalanchas del día anterior en la montaña que dejaron un fallecido, dos personas desaparecidas y 15 heridos de gravedad, fueron la causa por la que el tico abortó el ataque a la cumbre, que estaba planeado para este miércoles 28 de setiembre.
“Estoy en el campo base y voy de regreso, el ruido de los helicópteros que se escucha es que mucha gente se está marchando. Hubo un rescate muy grande arriba y la verdad se ha vivido un caos. Muchas personas han decidido regresar, no van a arriesgar más la vida”, comentó Rojas en un video que envió a La Nación.
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“Me parece que es una sabia decisión. Estoy listo para volver a casa. Lo que hemos aprendido ha sido mucho, y nada, a seguir preparándonos. La montaña no nos ha dejado esta vez y así es la vida. Estoy vivo y tomando decisiones acertadas”, agregó el escazuceño, quien pretendía ascender a la parte más alta de la montaña, en Los Himalayas, sin asistencia de oxígeno.
Warner había empezado el ascenso el pasado 3 de setiembre y estaba en la etapa final. Problemas estomacales lo habían hecho quedarse atrás este lunes, situación que posiblemente le salvó la vida al no estar en los campamentos de altura (entre el tres y cuatro), donde sucedió la tragedia.
El escazuceño, quien en el 2012 fue el primer costarricense en alcanzar la cima del Monte Everest (8.849 msnm), la montaña de mayor altitud en el planeta, comentó que días atrás conversó, vía telefónica, con el venezolano Marco Castillo, quien le había prevenido de la posibilidad de avalanchas y mal tiempo en el Manaslu, lo cual le hacía más peligroso.
“Las cosas pasan por algo. Cuando yo iba para el campo uno, empecé a sentirme mal, hasta me dieron ganas de vomitar. Cuando llegamos un sherpa nos informó que había ocurrido una avalancha entre el campo cuatro y el campo tres. Parece que hay gente muerta nos dijo y ahí empezó todo”, recordó Rojas.
“Ninguna cumbre vale la vida de un ser humano. Pienso en sus familias y la verdad es complicado. Estoy aquí porque amo la montaña y mi verdadera cumbre es mi hogar. Me invaden las emociones, porque es recordar a amigos y conocidos que han fallecido, están desaparecidos, o heridos”, manifestó.
Warner, quien en el 2023 espera volver a coronar el Everest, recordó cómo algunos conocidos, cuando empezaron a bajar de la montaña. describieron los momentos de angustia que vivieron cuando se deslizó la montaña sobre los expedicionistas.
“Observé pasar a Pablo, un amigo argentino, quien me dijo que estuvo muy cerca que la avalancha lo agarrara, por lo que decidió regresar al campo base. porque no tiene cabeza para estar en los campos de altura y lo puedo entender. Otro amigo chileno contó que es muy triste, están buscando cuerpos, gente desaparecida. Es una tragedia y desde aquí se escuchan avalanchas muy cerca del campamento”, añadió.