Una computadora en las 64 casillas

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“Yo siempre sigo presionando y, eventualmente, llegan los errores de mis rivales. Me gusta sentirme responsable de esos fallos. Son inusuales en grandes jugadores, pero siento que yo tengo mucho que ver. Es lo que he hecho en este Mundial, apretar en el tablero y procurar hacerlo durante mucho tiempo”. Así resumió Magnus Carlsen, campeón mundial de ajedrez, su estilo de juego.

En la partida que lo consagró monarca ante Viswanathan Anand le bastaba empatar; sin embargo, la exprimió por cinco horas, a pesar de que a la tercera hora fue evidente que el resultado sería tablas.

Sin embargo, Carlsen deseaba ganar, como en la novena partida, cuando provocó un grave error en el hasta entonces monarca, que decantó la suerte de la serie.

“Es una nueva versión del ajedrez. Él profundiza más en los finales, en el medio juego, no tanto en las apertura”, comentó Bernal González, 13 veces campeón nacional y aspirante a Gran Maestro.

“Como él mismo dice, no aspira a ganar al principio, sino que aspira a partidas largas donde la técnica y la resistencia sean importantes”, añadió González.

Se dice que tiene la genialidad de Bobby Fisher (considerado el más genial de los ajedrecistas); la planificación de Anatoli Karpov; la agresividad de Gari Kasparov.

“Me recuerda al programa (informático) de ajedrez Fritz 13: es maquinal, muy lógico, tenaz y agresivo”, comentó Kasparov.

Sí, tiene la precisión de una computadora. Es capaz de anticipar 15 o 20 jugadas, no entiende el porqué sus colegas pasan días y noches sin dormir por pensar jugadas.

El País de España lo precisó así : “Si Magnus Carlsen fuera un animal sería un cocodrilo: toma el sol tranquilamente hasta que avista una presa; y nadie le ataca”. Colaboró Johan Umaña.