Los amantes del trail running podrían cerrar el año compitiendo. La Federación Costarricense de Deportes de Montaña (Fecodem) es una de las pocas que tiene aprobado su protocolo para volver a organizar eventos y ya está trabajando en ese regreso.
Sin embargo, pese a tener el visto bueno, los encargados de esta agrupación prefieren no apurar el paso. Por esa razón, la primera carrera sería a finales de octubre o inicios de noviembre.
Esto también significa que para lo que resta del 2020 solo habrá dos o tres carreras, como máximo.
Edgar Usaga, presidente de Fecodem, comentó que en este momento están en un proceso de planificación con los diferentes organizadores. Realizaron un formulario, el cual envían a estos, en el que deben indicar si tienen deseo de hacer su competencia, y si es así, la fecha tentativa, distancias, ruta, entre otros detalles.
Ya varios han expresado su intención de realizar las carreras en el cierre del año o inicios de 2021, así como otros descartaron esa posibilidad.
“Como hay mucha incertidumbre la gente está temerosa de hacerlo y que nadie se inscriba, porque el costo de logística es muy alto, además que en este momento no hay patrocinadores, entonces los organizadores saldrían apenas con los gastos”, explicó Usaga.
En una reunión con el ministro de Deportes, Hernán Solano, acordaron que la apertura será mínima, por eso la decisión de no sobrepasar las tres carreras en dos meses, aunado a que cada una sería con máximo de 200 participantes.
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Por ahora solo los torneos de primera y segunda categoría del fútbol, así como la Federación de Motociclismo y el boliche tienen aprobados los protocolos de competencia.
Según, Usaga, la ventaja para ellos fue invertir mucho tiempo para realizar un solo protocolo, en el que se incluían prácticas individuales, colectivas y el regreso a las carreras oficiales.
Por el momento, la federación prefiere no revelar las competencias que estarían en este pequeño calendario, pues faltan algunas semanas para confirmarlas.
Lo cierto es que cualquiera que sea, grande o pequeña en popularidad, deberá cumplir con normas que la harán muy distinta a lo acostumbrado.
Los mayores cambios, asegura Usaga, están en la salida y llegada, pues el desarrollo como tal será muy similar.
Al momento de iniciarse, los corredores se dividirán en grupos (dependerá de la cantidad) y estos saldrán separados por algunos segundos. Además, los atletas deberán guardar la distancia entre ellos.
En la llegada ya no será posible que el público se acerque al área de meta y ninguna persona ajena puede acercarse al corredor.
Otra variante importante es en los puestos de asistencia, donde se restringe el tiempo de descanso a no más de diez minutos. Solo podrán ubicarse personas relacionadas con el evento, se debe utilizar implementos desechables y ser entregados de forma individual.
También se le exige al organizador tener su kit de higiene y salud, con mascarillas, alcohol en gel, termómetros, entre otros.
Previo a la competencia tampoco se permitirá algo sumamente común: inscripciones de última hora. Todo debe ser con antelación y cada persona deberá llenar un formulario con información específica.
“De lo que se trata es que si alguna persona da positivo luego de la carrera, entonces que avisen y nosotros poder decir, tal persona, en tal día, estuvo en contacto con estas personas, y así se les ubica”, añadió Usaga.