Las metas pueden dar giros inesperados, sino que lo diga Leonardo Chacón, quien replanteó sus objetivos en los años recientes y cuyas últimas noticias dejan en el aire una gran interrogante: ¿deja la meta de un maratón olímpico para volver a sus orígenes?
En 2016 se retiró, se vio seducido por la larga distancia del triatlón, la maratón lo llevó por caminos desconocidos y ahora se alista para regresar a la disciplina que lo hizo un atleta olímpico.
Chacón estará el próximo 18 de agosto en la primera edición del BWM Tri Challenge San Carlos, un evento que nació con distancia de 80,4 km: 1,4 de natación, 65 km de ciclismo y 14 km de atletismo.
Ese será algo así como el retorno oficial de Leo desde que se alejó del triatlón para probarse solamente en el atletismo, con la prueba de maratón.
Tras los Juegos de Río 2016, cuando se apartó el ciclo olímpico, el liberiano ha tenido diferentes etapas.
Su reto más inmediato fue probarse en eventos Ironman, empezando con la distancia de 70.3. La primera carrera fue en Puerto Rico y después en Costa Rica, en el medio Ironman de El Coco, en junio de 2017.
"Es lo que había buscado a la hora del cambio, tener estas sensaciones de nuevo,sentirme totalmente amateur a lo que voy a hacer, sentir esas ganas de aprender...", dijo Leo a este medio previo a su debut.
Se enfrentó a la dureza de esas competencias y días después también anunciaba un deseo mayor, mucho más ambicioso: buscar un boleto a la maratón de Tokio 2020.
Sabedor de lo que es meterse en un proceso olímpico, en octubre decidió dedicarse solo a esa meta, pero siempre manteniendo la cautela, una característica que lo ha acompañado en toda su carrera deportiva.
"No había pensado que podría ser el primer atleta costarricense en participar en dos deportes diferentes en una olimpiada, suena bonito, pero es una opción que se debe ir construyendo. De buenas a primeras no vamos a comenzar a correr una maratón, dijo el 4 de octubre del 2017.
Las maratones estuvieron en su calendario, pero nunca se concretaron. Cambiaron de fecha, aparecieron las lesiones y se empezaron a postergar.
En junio de 2018 corrió una media maratón en San Diego, California. El plan era que le diera un parámetro de lo rápido que podía correr; sin embargo, se desgarró en el muslo.
Aparecía otra lesión, después de haber superado una larga lucha con la tibia que lo aquejó varios meses.
De esa forma se borró la maratón de Berlín en setiembre, la que iba a ser su primera carrera de 42,195 metros.
En ese momento, reconoció que hubo errores por tratar de hacer las cosas más rápido.
Dijo que sería hasta el 2019 cuando supiera si le alcanzó para clasificar. Hoy lo sabe, sus planes tuvieron que replantearse y se prepara para darle otra oportunidad al triatlón.
¿Qué pasará después? Esa es una de las tantas preguntas que no desea responder antes de cruzar la meta del BWM Tri Challenge. Fiel a su estilo, prefiere ser reservado.
Por ahora, su presencia le añade atractivo al nuevo triatlón, que desea ser un evento que le sirva de fogueo a muchos triatletas que se preparan para Ironman 70.3 o completos.
“Para mí como organizador, que el mejor triatleta de la historia centroamericana regrese es una gran noticia, y que lo haga en el BMW Tri Challenge es doblemente emocionante. Es el mejor porque ha participado en Juegos Olímpicos, en la serie mundial... Le da otro nivel al evento y nos llena de más compromiso del que tenemos”, comentó José Núñez, director de la competencia.
La competencia tendrá alrededor de 250 a 300 personas y las inscripciones continúan abiertas, tanto en formato individual como relevos de dos o tres. El registro se hace mediante www.bmwtrichallenge.com, www.evolutionmarketingcr.com o www.abuenpaso.cr.
La natación será en el Lago Aguilar, en Florencia y la competencia no tocará Ciudad Quesada ni La Fortuna, para evitar congestionamientos.