Redacción
La novena etapa del Tour de Francia puso en evidencia que la apuesta de Movistar traía consigo un riesgo grande. Se le dio la responsabilidad de comandar el equipo al colombiano Nairo Quintana, pese al desgaste acumulado en el Giro de Italia. Lo mismo sucedió con Andrey Amador, quien corrió ambas competiciones.
Después de la caída, y por ende retirada, de Alejandro Valverde de la ronda gala, el panorama se complicó para el equipo del costarricense, que hoy pareciera estar muy lejos de la opción de ganar el título.
El exciclista Andrés Brenes afirma que la efectividad de un ciclista disminuye en gran proporción después de disputar una competencia de este calibre, pues el nivel de exigencia acumulada limita la recuperación.
Brenes afirma que cuando se enteró de que Movistar llevaría a Quintana y Amador a las dos vueltas grandes, se dio cuenta de que era muy poco probable que pudiera aspirar a la corona en el Tour de Francia.
En gran medida porque los competidores más fuertes habían centrado sus fuerzas en prepararse para una de las dos competencias. Así lo hicieron Christopher Froome (Team Sky), hoy líder del Tour, y Fabio Aru (Astana, Pro Team) segundo lugar.
En este momento, Quintana es octavo del circuito galo, a 2':13'' de Froome. En contraste, a esta altura en el Giro, Nairo comandaba la clasificación general.
Amador tampoco se queda atrás. Al finalizar el noveno tramo del Giro, se colocaba en la novena casilla, mientras que en este momento está en el lugar 111 del Tour de Francia.
"En el pasado hubo corredores como (Alberto) Contador que fracasaron en el intento de llegar en plena forma a las dos vueltas. No hay duda de que en el caso de Nairo y del mismo Andrey hay una dolencia. Nairo tiene que intentar ir en busca de los primeros lugares, pero la parte física le está pasando la factura", recalcó Brenes.
El propio Nairo reconoció que le ha costado llegar a tope a La Grande Boucle. Después de recorrer 1.596,5 kilómetros en el Tour, el cuerpo todavía no reacciona como desearía.
El colombiano fue duro al cuestionar la estrategia utilizada por el equipo y a la vez admitió que el cansancio lo está golpeando más de lo esperado.
"Nos ha hecho mucha falta en temas estratégicos. Traigo bastantes días de competición juntados con los del Giro. Puedo todavía tener un día brillante y espero que lo tenga en una buena etapa", explicó Quintana.
Aunque el panorama se percibe difícil, el exciclista José Adrián Bonilla insiste en que Movistar todavía puede dar la pelea, sobre todo si Nairo recupera la esencia y empieza a acortar el tiempo.
Bonilla cree que "mediáticamente", estar en un top 10 del Tour de Francia es positivo para Andrey y su equipo, pero reconoce que los objetivos planteados eran muy distintos, por lo que es evidente que la estrategia es cuestionable.
"Lo que está pasando es que Nairo no se está encontrando físicamente. No es que está tan mal pues es octavo, pero aún no alcanza el rendimiento de los mejores", agregó Bonilla.
En cambio, Andrés Brenes es claro al asegurar que las opciones de Quintana para acabar el Tour en la primera posición son muy escasas.
Además del agotamiento físico, no tiene un gregario tan competitivo como el resto de equipos. Según Brenes, la lesión de Valverde en la contrarreloj acabó con las posibilidades reales de Quintana de ganar la competencia.
"Algunos de los segundos o terceros que tienen los otros equipos son más fuertes que los de Movistar. Ellos apostaron a ganar el Tour, con la mala suerte que se le cayó el capo (Valverde) en la contrarreloj. Ahí acabó el sueño", recalcó Brenes, quien asegura que, en un principio, la estrategia de Movistar giraba en torno a Valverde.