Nadal y Alcaraz ofrecen una batalla en partido casi imposible de jugar

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La pelota se hacía para todas partes, los saques estaban a la mano de Dios (como atestiguan los incontables quiebres), la net ondeaba ante las ráfagas de viento, pero Rafael Nadal se impuso a una cosa y la otra, como si no bastara con tener al frente en la semifinal del Indian Wells a un verdadero torbellino, Carlos Alcaraz.

Algunos lo consideran su sucesor, pero el joven de 18 años insiste en que él es él y no el sustituto de nadie. Por momentos parece que ya está a la altura del ganador de 21 títulos de Grand Slam. No por casualidad le quebró el servicio en cinco ocasiones, si bien Rafa Nadal siempre parece capaz de ir un peldaño más arriba, con seis quiebres sobre el joven guerrero.

Alcaraz le advirtió de su atrevimiento desde las primeras pelotas jugadas, poniéndose arriba 2 a 0 y obligando a Nadal a aguantar, recomponer y subir para finalmente ganar el primer parcial 6 a 4.

Cada punto se convirtió en una batalla, sin faltar las interminables ventajas de uno, de paso al “deuce”, a la oportunidad de quiebre del otro, de nuevo el “deuce”... Casi 20 minutos fueron necesarios para que Alcaraz se pusiera arriba cuando el marcador estaba 4-4 en el segundo set. Lo consiguió con un quiebre, para encaminar su triunfo parcial por 6-4.

La batalla no fue menor en el tercer set, en el que Nadal se impuso por 6 - 3 y selló el boleto a la final de este domingo frente Taylor Frtiz (4 p.m.)

Frtiz inspirado

En el partido previo, el tenista estadounidense Taylor Fritz, número 20 de la ATP, venció al ruso Andrey Rublev (7º). Fritz se impuso por 7-5 y 6-4, y ahora tratará de convertirse en el primer estadounidense en triunfar en el desierto californiano desde Andre Agassi en 2001.

Nacido a 160 km de distancia de Indian Wells, Fritz selló la clasificación a su primera final de Masters 1000 frente a un desesperado Rublev, que vio rota su racha de 13 victorias seguidas.

El ruso, que partía como favorito, acabó frustrado al punto de herirse la mano derecha con puñetazos contra la raqueta tras perder el primer set en la pista central, donde ondea en lo más alto una bandera de Ucrania en solidaridad con ese país ante la invasión de Moscú.

Rublev, de 24 años, ha expresado su oposición a la guerra en Ucrania desde el principio.

En Indian Wells, al igual que el resto de tenistas rusos y bielorrusos, Rublev compitió sin bandera ni otros símbolos nacionales.