La vida cambia por la primera maratón: el relato de ticos que debutarán en Chicago

Los atletas se abocan a su objetivo y el día a día pasa entre el trabajo, entrenamientos y descanso

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Muchas cosas cambian cuando un atleta decide trazarse el reto de correr su primera maratón, como lo harán este domingo algunos ticos en Chicago.

Recursos económicos, tiempo y mentalidad se abocan por completo a ese objetivo.

El día a día pasa a ser trabajo, entrenamiento y descanso, quedando poco tiempo para actividades sociales.

El horario se rige por las prácticas a las 5 a. m. y los fondos del fin de semana. En ocasiones, eso también se convierte en sacrificios.

Por ejemplo, el corredor de Holistic Runners, Mauricio Induni, se perdió el primer gol de su hijo en un partido de fútbol.

“No lo pude ver porque estaba corriendo el fondo madre de 32 kilómetros; esas cositas son las que uno sacrifica, pero es a cambio de una gran meta y Alejandro (su hijo) también está ilusionado. Él y mi esposa me acompañan, me apoyan y están contentos”, comentó Induni, quien aprovechará el viaje a la Ciudad de los Vientos para vacacionar son su familia.

La salida del viernes por la noche también queda restringida. Una de las principales recomendaciones en un proceso exigente como este es dormir lo suficiente, más si al día siguiente le toca madrugar.

Esta no ha sido una situación ajena para Lisandro Jiménez, quien combina su trabajo como médico en el reto de completar su primera carrera de 42,195 kilómetros.

“A veces iba, saludaba, me tomaba una copa de vino y me iba sin decir adiós, porque si decía que me iba, la gente te pregunta: ¿por qué? o ¿cómo te vas tan temprano?, pero al día siguiente iba a correr, no podía comerme el chicharrón porque el cuerpo te lo cobraba después”, explicó entre risas este integrante del equipo Correcaminos.

Esa disciplina llegó a su vida por el reto que le propuso un amigo que ya llevaba cinco maratones en su currículo y al final también ganó salud: perdió 13 de kilogramos, pasando de 98 a 85.

Un plan alimenticio, o al menos, cuidarse con cierta comida es parte de ese cambio de vida que muchos deben asumir para ver mejores resultados, y no tanto por un tema de estética, sino por ser más eficientes en la disciplina.

Para Leidy Calderón lo más difícil ha sido dejar esas ‘tentaciones’ de alimentos, sobre todo cuando se acercaba la carrera.

"Empecé con nutricionista, cambié bastante la forma de alimentarme, tratando de comer lo más sano y con tiempos establecidos".

Calderón también agregó a su día a día tiempo para la recuperación, por eso asistió a sesiones de masajes o terapias físicas, una actividad que puede marcar la diferencia para prevenir lesiones.

Por esas razones es que hay más recursos económicos invertidos en este proceso, pero que es visto como una inversión.

"En mi vida ha cambiado todo, esto ha venido a imponerme una disciplina deportiva que tengo por primera vez en mi vida (...) me he vuelto más disciplinado. Mi vida está rodeada de personas que complementen la parte deportiva, también hacia cómo disfrutar mis futuros viajes, porque ahora quiero enfocar mis vacaciones a metas deportivas", describe Alonso Fernández.

Para este DJ y empresario de 38 años, el atletismo le dio un giro a su vida. Antes no hacía deporte, pesaba 25 kilogramos más y asegura que tenía una vida llena de estrés enfocada al trabajo.

Ese andar lo cambió por las madrugadas y el esfuerzo en el asfalto, donde sí se sufre, pero es un sufrimiento que este domingo verá su recompensa.

Esteban Méndez, de Umbali Running, está acostumbrado al deporte, pero asegura que una maratón tiene momentos muy exigentes para el cuerpo.

“Hay que acostumbrar el cuerpo a sufrir un poquito y aprender a disfrutar ese dolor, sin duda es un buen reto y es lo difícil de este asunto. Se presentan lesiones que hay que sobrellevar y al final se termina disfrutando”, agregó Méndez.

La Maratón de Chicago, de este domingo, tendrá alta presencia de ticos, como es costumbre. En esta edición serán 471 atletas nacionales, según datos de la organización.

Los costarricenses siguen siendo una de las nacionalidades que más participantes aporta de las 125 que asisten. Por encima de Costa Rica solo están Estados Unidos, México, Canadá, China, Brasil, Reino Unido y Alemania.