Hanna Gabriel cuenta la dura confesión hecha a su hija entre lágrimas

La pugilista ya tiene fecha para presentar su defensa por el caso de un adverso positivo, tras un examen antidopaje, lo que le impidió pelear el sábado anterior frente a la estadounidense Claressa Shields

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Hanna Gabriel caminaba nerviosa de un lado a otro en su casa el sábado, esperando ansiosamente el inicio de la pelea. No estaba segura si podría presenciar el enfrentamiento entre la estadounidense Claressa Shields y su compatriota Maricela Cornejo por la unificación del título de las 160 libras.

Ella era quien debía enfrentar a Shields, pero un mes antes dio positivo en un control antidopaje previo al combate, lo que le impidió pelear. Ahora lucha por no ser sancionada y busca probar su inocencia ante los organismos internacionales que rigen el boxeo profesional.

La Amazona tica le aplicó Neo-sept en aerosola su perrita bulldog francés, para que le cicatrizara una herida derivada de una cesárea. El Neo-sept contiene clostebol, esteroide sintético androgénico con efectos anabólicos, prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y el Comité Olímpico Internacional (COI).

Hanna al final respiró profundamente, se sentó en el sillón resignada y con cara de pocos amigos. No había nada que pudiera hacer para cambiar su destino.

“Fue muy duro sentarme frente a la televisión. No pensé que podría ver la pelea. Ver mi nombre en la guía y lo que había sucedido. Pero esta experiencia también me ha fortalecido. Sé que vienen días mejores y que los malos no duran para siempre. Nunca haría nada para avergonzarlos”, comentó Gabriel en una transmisión en vivo en su Instagram el pasado lunes por la noche.

Con el llanto a flor de piel, esperó el inicio de las acciones hasta que llegó su hija Mía, quien se acurrucó en sus brazos y le confesó un sentimiento que hizo tambalear y llorar a la campeona mundial costarricense.

“Mi hija vino a mí y me dijo: ‘lo siento mucho, mamá, yo quería estos perritos’. Mía piensa que es culpa de lo que estoy pasando, porque dice que quiere un hermanito, pero como no lo tiene, se encariñó con los cachorros Al explicarle lo que sucedió con el spray se sintió culpable, muy triste”, indicó Gabriel a los seguidores que le brindaron su apoyo.

“Fue difícil explicarle a mi hija que las cosas no siempre salen como uno quisiera, a pesar de que son totalmente injustas. Mientras lloraba, era difícil decirle que había que confiar en Jesús. Que de las cosas malas siempre sale algo bueno y que todo pasa. Es difícil explicarle eso a una niña porque no entendía que, por cuidar a los perritos, su mamá no había podido pelear”, añadió.

Pelear por la verdad

Hanna finalmente presenció la pelea. Estuvo atenta y observó cómo Claressa Shields derrotó por decisión unánime a Maricela Cornejo en el Little Cesars Arena de Detroit, Michigan.

Según su criterio, Shields se mostró rápida y dominó las acciones, mientras Cornejo trató de defenderse moviéndose a los costados para evitar ser noqueada.

“Estoy enojada con Claressa. Hablaron mucha basura sin saber, ni investigar qué había pasado. Ella dijo que seguramente yo había utilizado sustancias cuando peleamos la primera vez. Habló de noquear a Cornejo, de noquearme a mí, y tampoco logró hacerlo. Espero que algún día podamos concretar esa pelea que tanto había esperado, pero que finalmente no se pudo realizar”, declaró Gabriel.

Después del combate entre Shields y Cornejo, la pugilista costarricense decidió regresar al gimnasio, entrenar y sacudirse sus penas, enfrentando no solo sus miedos, sino también la defensa de su caso.

“Tengo hasta el 16 de junio para presentar mis pruebas. Tengo los informes de las facturas, la compra de los medicamentos y los resúmenes médicos de los perros. No quería pelear, pero lo haré. Voy a defender mi legado porque mucha gente quiere ensuciar mi nombre, mi reputación, y no vamos a permitirlo. Lucharemos por limpiar mi nombre”, aseguró Gabriel.

La pugilista también ha recibido buenas noticias que la motivaron a luchar por su caso, a no darse por vencida a pesar de la incertidumbre que la rodea.

“Aparentemente, si me sancionan, podrían despojarme de mis títulos y aplicar una multa económica, pero aún así podría seguir peleando. Tal vez reciba un año de sanción, pero podría volver al ring. No sería de por vida. Tengo mucha fe en Dios y sé que todo saldrá bien. Me han preguntado si me siento avergonzada, pero estoy tranquila, no he hecho nada malo”, reiteró Gabriel.