Heredia.
Deseoso de recuperar el cetro que se les escapó el año anterior, y que quebró una racha de seis años, Ferretería Brenes Barva ridiculizó anoche con 73-42 a Sanatura Escazú en el primer partido de la final del baloncesto masculino.
El quinteto herediano, guiado por los hermanos Kay y Henry Martínez, puso en la mesa sus intenciones frente a un equipo que si no abanadona el desgano será barrido.
Desde el primer cuarto Barva fue contundente; ya en siete minutos la diferencia estaba 14-6.
En ese primer episodio el camino de los ferreteros se labró por dos razones: la mala puntería de Escazú y el excelente momento que pasan los hermanos Martínez.
Los números de Henry y Kay no mienten: en el primer cuarto el primero sumó 10 unidades, mientras que el menor consiguió nueve.
De Sanatura las noticias eran pocas, por no decir escasas, pues su mejor hombre fue el pequeño Alonso Sánchez, con cuatro unidades. El marcador global terminó 23-12.
La mayor prueba de la convicción con que Ferretería Brenes Barva llegó al Palacio herediano, la ejemplificó el tapón de Carlos Quesada a Dave Milliner, tan espectacular como humillante.
Esta acción le bajó los ánimos a un ya caído conjunto escazuceño que cerró la primera parte con desventaja de 26 puntos (44-18).
Al final del segundo cuarto los buques insignia de Barva, Henry y Kay, mantenían el liderazgo, el primero 17 unidades, el otro, nueve.
El tercer período fue el mejor que tuvo el quinteto visitante, no por lo que registró la pizarra, sino por la actitud de lucha que mostró.
El ataque de Barva llegó a poner la distancia en 31 unidades (58-27), mas los de Sanatura, tal vez por amor propio, la volvieron a poner en 26, con un 61-35. Aún distante.
Mas el intento de entrar al partido se acabó pronto para los visitantes, quienes en el cuarto final mantuvieron su pésima puntería.
Debe agregarse que Issac St. Rose, estrella de Escazú, apenas marcó 11 puntos, muy poco para su nivel e insuficiente para Sanatura.
Al hacer un repaso por los números, Ferretería Brenes consiguió 28 de 80 disparos, mientras que Escazú apenas 12 de 68.
Con estas cifras, y el bajo nivel sobre el rectángulo, es mucho lo que debe mejorar Sanatura para no recibir otra humillación mañana, a las 4 p. m., en el segundo juego