España y Argentina se citan por el título mundial de básquet

Españoles se impusieron ante Australia 95 a 88, mientras que los argentinos dejaron en el camino a Francia 80 a 66. Final se disputará el domingo en Pekín

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

España, que sobrevivió en una épica batalla con dos prórrogas ante Australia (95 a 88), y Argentina, muy superior a Francia (80 a 66), se clasificaron para la final del Mundial de baloncesto, este viernes en Pekín, y jugarán el domingo por el título.

Con leyendas de la NBA como Kobe Bryant, Chris Bosh y el icono argentino Manu Ginobili en la primera fila, el Wukesong Sport Center vivió una espectacular jornada, especialmente en su primer pase.

Salvo en el inicio, los australianos fueron por delante durante prácticamente todo el choque, pero el combinado español ajustó su defensa en la recta final y se aprovechó del despertar ofensivo de Marc Gasol (33 puntos, 29 en la segunda parte) para llevarse el duelo. Ahora jugarán por su segundo título mundial, tras el logrado en Japón 2006.

Invicta en China 2019, como los albicelestes, el conjunto ibérico vivió una tarde de sufrimiento total, sobreviviendo a su escaso acierto en la primera parte para finalmente ofrecer una lección de experiencia, coraje y sangre fría.

“Ganar y hacerlo además así, después de jugar contra un súper equipo que ha competido los 50 minutos, te hace muy feliz. Pero una vez más, la suma de corazón y cerebro que este equipo ha tenido ha sido superior”, señaló el seleccionador español Sergio Scariolo.

Además, de su despertar ofensivo, al pequeño de los Gasol no le falló el pulso en los instantes decisivos. A falta de 8 segundos anotó dos tiros libres que ponían a España un punto por delante (71 a 70).

Patty Mills, la estrella australiana, que se fue a los 34 puntos, tuvo a continuación dos libres para ganar. Pero falló uno y llegó la primera prórroga, después de que Ricky Rubio rozara la gesta con un triple desde el centro del campo que estuvo a punto de entrar.

En las prórrogas España jugó con fluidez y estuvo más fresca. Otra vez Mills y Gasol se citaron en la línea de los libres para definir la semifinal. Ninguno falló y el partido se volvió a extender cinco minutos.

Entonces España mostró más hambre y mejor condición física ante una Australia fundida, que finalmente tiró la toalla.

Aportar un poco de felicidad

A continuación Argentina arrasó a Francia con una actuación espectacular de su capitán de 39 años Luis Scola, autor de 28 puntos, consiguiendo además 13 rebotes, ganándose un largo abrazo de su compañero en mil batallas Ginobili.

El gigante sudamericano se asegura la plata, que ya logró en Indianápolis 2002, preludio del histórico oro en los Juegos de Atenas 2004. Queda a un paso de igualar su título mundial en 1950, cuando se impuso como anfitrión en la edición inaugural del torneo.

El equipo argentino, dirigido con maestría por Facundo Campazzo, rompió el partido en el tercer cuarto, llevando el juego a un nivel inalcanzable para Francia, que ya había ido a remolque en la primera mitad.

"Súper felices por nosotros y por todo. Poder aportar un poco de felicidad hoy en día es brillante", señaló el técnico Sergio Hernández, haciendo referencia a la situación económica de Argentina.

Tras tocar el cielo al derrotar a Estados Unidos en cuartos, el equipo europeo tuvo una durísima vuelta a la realidad. Evan Fournier, su mejor argumento ofensivo, tuvo un mal día, metiendo solo uno de sus seis intentos de triple para un total de 16 puntos.

En la última jornada del Mundial, el domingo en Pekín, Francia jugará por el bronce con Australia, antesala de la gran final Argentina-España.