El intento de robo que vivieron los atletas Shermal Calimore y Joshua Clarke, el sábado anterior, en donde al tratar de escapar chocaron su vehículo contra un muro del Estadio Nuevo de Limón, no es el primer hecho violento que se vive en las últimas semanas en dicho recinto.
Alba Quesada, directora del Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (Icoder), confesó a La Nación que desde su punto de vista, algo grave sucede alrededor del inmueble, luego que hace dos semanas miembros de una cuadrilla llegaron al reducto con el fin de limpiar los alrededores y también fueron asaltados. Les robaron herramientas, chapeadoras y artículos personales, como dinero y teléfonos celulares.
La denuncia fue presentada ante el Organismo de Investigación Judicial de Limón (OIJ) y los asaltantes coinciden con la descripción dada por Shermal Calimore; de tres hombres encapuchados con machetes, aunque de acuerdo a los funcionarios del Instituto, los delincuentes portaban un rifle AK47.
“No solo les robaron las herramientas del Icoder, sino que lo más grave es que los amedrentaron. Una vez que les sustrajeron todo, e incluso los artículos que llevaban en el microbús en que viajaron, se devolvieron y los amenazaron gritándoles: ‘No queremos verlos más aquí. No vuelvan o se arrepentirán’“, aseguró Quesada a La Nacíón.
“Allí está pasando algo. En los meses anteriores siempre enviamos una cuadrilla de limpieza para que por lo menos corten el zacate alrededor de la pista y la cancha de fútbol, pero nunca los habían asaltado y menos con esa violencia y tratando de amedrentarlos. Los muchachos estaban muy nerviosos, incluso tuvimos que depositarles dinero porque les robaron todo”.
Intervención policial
La directora del Icoder estaría exponiendo el caso ante el Consejo de Deportes y propondría tener una reunión con el ministro de Seguridad, Michael Soto, con el fin de garantizar la seguridad a los jóvenes que entrenan en el estadio, así como a los funcionarios que hacen la limpieza con el fin de que no suceda una situación más grave.
“Todos tenemos claro que Limón es un semillero de deportistas, por lo que debemos brindarles seguridad para que ellos puedan continuar con sus actividades deportivas. Es preocupante el nivel de violencia con que asaltaron a nuestros funcionarios y el intento de los jóvenes atletas. Sinceramente me preocupa cuál es el motivo para que se dé o qué hay detrás de todo esto”, expresó Quesada.
“La intención es poder coordinar para que la Fuerza Pública pueda estar presente en las mañanas y en las tardes cuando los chicos entrenen, todo es cuestión de conversar con don Michael (Soto). De momento, por seguridad yo no recomendaría ir al Estadio Nuevo de Limón, por todo lo que está pasando”.
La funcionaria indicó que es lamentable el estado del inmueble y aunque tienen ₡678 millones para la rehabilitación del mismo, no es suficiente. Además es necesario tener un perímetros de seguridad bien resguardado y buscar quién se haga cargo de la administración del estadio.
“Es doloroso ver cómo se encuentra el estadio. Es increíble que destruyeran los lavatorios y los servicios sanitarios. Los quebraron en el piso, ni siquiera se los llevaron. Por eso considero que algo más grave está sucediendo cerca del estadio. Me parece que debe hacerse una investigación más profunda y eso espero hablarlo con don Michael, con el permiso del Consejo de Deportes”, dijo Quesada.
“No entiendo por qué cortan y queman la pista sintética o destruyen todo lo que hay en el estadio. Cosas que ni se roban, pero todo lo hacen por maldad. Esperamos que con la ayuda de la Fuerza Pública podamos evitar que continúen vandalizando el reducto y destruyendo todo lo que encuentran a su paso”.
En cuanto a la rehabilitación del inmueble, la funcionaria comentó que no es solo el hecho de repararlo y ponerlo a funcionar, sino además se debe tener claro quién se hará cargo de su administración.
“Lo más importante es encontrar quién se haga cargo, quién lo administre. El mayor desafío será la seguridad, porque es necesario tener más de un guarda. Allí se necesita habilitar al menos tres casetillas con guardas, que deben tener un pago especial por la peligrosidad del lugar y deben tener las condiciones adecuadas para que puedan trabajar”, añadió Quesada.
“Vamos a hacer todo lo posible para darle tranquilidad a los atletas de Limón en las próximas semanas y ayudarlos en lo que podamos para que no se repitan estos episodios de violencia y hasta donde nuestros empleados han estado en peligro”, enfatizó.