Andrey Amador confiesa metas por cumplir cuando decida retirarse del ciclismo profesional

Después de una temporada que cataloga como mala, Andrey Amador vislumbra un buen 2022 con el Ineos Grenadiers; pero también hace planes a futuro, porque tiene una misión en Costa Rica

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Andrey Amador no sabe con exactitud cuánto tiempo más correrá en el pelotón profesional, pero lo que sí tiene muy claro es que visualiza toda su vida ligada a la bicicleta.

Después de dar los pormenores del Gran Fondo Andrey Amador, que se efectuará el 13 de febrero, el rutero costarricense sostuvo una extensa charla con La Nación, en la que confesó sus metas por cumplir una vez que decida retirarse.

¿Qué analiza de lo que fue esta temporada para usted, que yo creo fue mala?

Sí, para mí fue una temporada en lo general, en lo familiar y en lo deportivo muy mala, me ha costado mucho realmente. Tampoco me quejo, siempre sé que la vida es así, hay momentos buenos y momentos malos. No siempre va a salir bien. Quizás después de este año malo, el otro sea bueno y luego mal. Es parte de la vida.

Se unió un poco la enfermedad de mi papá que, quiera o no, nos preocupa. Es una persona que siempre nos ha apoyado y verlo sufriendo no es grato para nadie, pero la verdad que para adelante.

Borrón y cuenta nueva. Si todo va bien, empezaré a entrenar desde la primera semana de noviembre, en la preparación con gimnasio para la próxima temporada y a tope.

¿Qué quiere para el otro año?

Yo siempre he añorado hacer el Giro de Italia y para mí es un sueño poder estar. Más que todo hacerlo bien, sentirme a tope, recobrar las sensaciones entrenando, porque cuando uno no está bien, no está bien ni entrenando. Recobrar las sensaciones y la motivación, eso es lo que quiero hacer.

En las últimas entrevistas me ha dicho: ‘Ya estoy viejo’. ¿Pensó que esa carrera profesional sería tan extensa?

Llevo como 13 o 14 años y son más, porque yo me fui primero a amateur y yo me he tomado muy en serio esto, desde que tenía 13 o 14 años, que me levantaba en la madrugada, salía todos los días. No me tocaba ir a un campamento del colegio de fin de año porque tenía los Juegos Nacionales, por ejemplo, y quiera o no, todo también cansa. Me gustaría mucho disfrutar de mi familia, del país, no estar de un lado a otro.

Tener esa estabilidad, es un poquito por lo que uno dice: ‘Estoy viejo’. Quizás alguna gente se enoja, pero es viejo en el sentido de que empieza a ser pesado esto; todo cansa.

¿Cuánta cuerda más cree que tendrá como profesional?

A mí me gustaría ir año a año. Yo creo que voy a hacer el otro año y en víspera de lo que pueda pasar, ir tomando las decisiones. Ya no es como que quiero hacer un año para intentar renovar tres. Quiero ir año a año, disfrutar de la bici. Cuando vea que ya no estoy disfrutando es cuando diré ‘fuera’, y ya.

Cuando llegue ese momento que tal vez no esté tan lejano, no lo imagino apartado del ciclismo. ¿Qué ha pensado?

Me encantaría seguir ligado, de una manera u otra y yo creo que es mi deber para el país. Sería un poco egoísta dejar la bicicleta, lo que tanto me ha dado, la gente que me ha apoyado, hacerme a un lado y no aportar nada, que yo creo que tengo bastante que aportarle al ciclismo nacional y yo creo que me lo tomo como un deber de estar ligado, aportar, apoyar.

También sin fines de lucro me gustaría tener un grupo de niños, sueño con poder formar y crear un gran equipo para apostar aquí, porque yo creo que hay talento. Es eso, no es una cosa mía personal, es una obligación mía de devolverle al ciclismo lo que me ha dado.

¿Le gustaría una academia, un equipo élite o quizás un equipo continental?

Yo creo que todo. A veces es un poco buchón decir que todo, pero yo creo se puede hacer todo. Ir viendo chiquitos, buscando patrocinios que nos puedan ayudar con bicicletitas por si algunos no tienen. No quiere decir que tengan que ser de tope de gama e ir buscando todo, como quien nos pueda dar unos uniformes, que sean chiquitos que tengan esa motivación.

Muy fácil y muy rápido se ve quién sí, porque el deporte, como en la vida, es así. Es como al que no le cuestan las matemáticas, tiene ese talento. Y el deporte es así. Al final, hay gente que puede ser muy aplicada, pero si le falta el toque con el que nace es difícil.

No quiere decir que no van a tener apoyo, pero me gustaría eso, poder hacer un grupo de niños que puedan centralizarse en hacer deporte y me gustaría focalizar qué niños salen con mucho talento para buscarles una mejor opción.

Entrenamientos más personalizados, que puedan tener una bicicleta de más nivel y que puedan competir en categorías un poquito más grandes y poder tener un equipo y hacerlo crecer, no solamente a nivel nacional, sino que pueda ser un equipo profesional y yo creo que no está pegado del cielo.

Es una meta, que la logre o no, no lo sé, pero voy a apostar por eso.

A nivel nacional se ha buscado ese sueño de un equipo continental, pero no se ha consolidado. ¿Ese es el reto?

Sí, aquí se estuvo cerca en un momento, pero borremos todo y empecemos de cero. Yo creo que la Federación ahora con don Óscar Ávila le va a dar un gran empujón a este tipo de actividades y otras más que vienen, no solo este evento, de otras entidades que quieran organizar.

Eso sería muy bueno para el ciclismo nacional, que se hagan muchísimas pruebas y que haya apoyo y patrocinios, que al final son importantes. Hay mucha gente, que si quiere apostar por el ciclismo, también tienen gastos.

Una bicicleta requiere mantenimiento, todos sabemos que no es barato. Yo creo que en esta parte personal y del entorno, voy a darlo todo por apoyar y, por eso, mi obligación es devolverle al ciclismo lo que me ha dado.

Desde pequeño tuve suerte, me apoyó gente como Rafael Calderón y el Comité de Deportes de San José y me siento en la obligación de estar ahí. Hay que hacerlo.

¿Quiere transmitirle a la gente parte de lo que ha crecido y aprendido?

Me apasiona. A veces la gente cree que no lo hacemos porque no nos gusta o porque mucha gente dice que Andrey juega de vivo, pero no. Estamos fuera, tenemos un calendario, venimos acá para hacer una concentración de altura, no podemos entrenar con mucha gente. Luego tenemos que descansar, masaje, fisioterapia y es una vida muy complicada la del deporte profesional.

He llegado a un punto en el que me lo tomo con un poquito más de relax, quiero devolverle a la gente lo que a mí me ha dado y me apasiona ver niños creciendo, me siento como cuando yo empecé y cuando yo veía en aquella época a Federico Ramírez, a José Adrián Bonilla, a esta gente que para mí son ídolos y me he estado involucrando, me apasiona eso.

El ciclismo es mi vida, me lo ha dado todo y quiero poder devolverle lo que me ha dado.

¿Qué tal esa experiencia de enseñarle a la gente?

Si yo voy ahora y me meto en natación, soy totalmente ignorante en el tema. No sé cuánto tengo que hacer, cómo hacerlo, qué técnica, qué comer antes de nadar. Y en el ciclismo es igual, cuando uno empieza cree que todo lo sabe y no.

Yo llevo toda la vida en esto y ya sé qué comer, cuánto tiempo antes, cómo hacer, cómo pedalear en las alturas, lo importante de una posición en la bicicleta para evitar lesiones.

Hablar con ellos, que le pregunten a uno, todos tienen curiosidades. Mucha gente que por qué nunca he sido un líder y me toca trabajar. Uno les explica por qué no podía y cosas que la gente a veces no sabe.

También se me acercan niños y uno les comenta de cuando uno empezó igual que ellos, con una bicicleta básica, simple, con toda la ilusión y también con toda la ignorancia en el tema de la bici. Eso es lo bonito, el poder aportar ese granito, motivarlos y que se vayan contentos.

¿Lo que ha hecho en esas pequeñas clínicas es parte de lo que se puede vivir en el Gran Fondo Andrey Amador?

Es diferente. En las clínicas hemos estado un poquito con el tema personalizado, en un núcleo muy pequeño, muy familiar, no es nada técnico, porque con la pandemia no se pueden hacer aglomeraciones, hay que respetar las distancias. Es un núcleo familiar, de salir a andar en bici. El que quiera hace lo que quiera y no hay un protocolo organizado.

En el Gran Fondo Andrey Amador va a ser diferente, tendremos una serie de horarios, no va a ser estar en una silla hablando paja, sino más deporte, estandarizados, más horarios y por supuesto que la gente andará en bicicleta.

¿Vendrán amigos suyos del pelotón internacional?

Vamos a tener invitados de primer nivel y para aquellos que dicen que Andrey no ha hecho nada, van a tener a la par a gente que ha ganado el Tour de Francia y ahí no van a tener queja.

¿Corredores de ese pelotón profesional le pasan preguntando por Costa Rica?

Eso es lo bonito, cuando uno menciona a Costa Rica la gente es muy abierta, lo ven como un paraíso para el turismo, con naturaleza y playas. Esa es la imagen.

Hay un ciclista profesional que está acá, de vacaciones, de luna de miel y está muy feliz en el país. Es muy bonito saber que la gente de un país de allá escoja venir a Costa Rica.