Alajuela. La agonía quedó atrás y con la emoción subiendo todavía por la garganta, las palabras del capitán manudo fueron pocas pero emotivas.
“El equipo merecía ganar, es un equipo grandisímo y una afición grande”, sentenció Gabas.
Fue un partido en subibaja, que puso a los manudos al borde del ataque cuando en la recta final del tiempo regular Herediano logró poner el 0-1, por medio de Enoc Pérez desde el punto de penal.
Luego, el pico llegó con el empate de Álvaro Sánchez y la tapada de antología de Pemberton.
Los rojinegros sufrieron de más debido a la falta de definición, la primera de ellas cuando Allen Guevara chocó una pelota en el horizontal. Aquella fue la jugada más clara que tuvieron los rojinegros, los cuales fueron los claros dominantes de este período.
Minutos más tarde, fue Luis Migue Valle quién pegó el esférico en el tubo, dando un segundo aviso, mas no llegó el tanto.
Para los segundos 45 minutos ocurrió una situación similar, debido a que otra vez Valle envió un remate que Leonel Moreira aruñó y la pelota golpeó con capricho el horizontal.
La diferencia fue que en el complemento, el que dominó las acciones fue Herediano, al que los cambios de Ismael Gómez, Esteban Ramírez y Diego País le surtieron mejor efecto que los realizados por Óscar Ramírez.
Conforme avanzó el tiempo, la situación no cambió y llegó el penal que acabó con la ilusión manuda de irse con el cetro en el tiempo reglamentario.
En Alajuelense fue evidente la ausencia de Armando Alonso, quien en el duelo de ida fue referente manudo en el ataque.
Diego Calvo, una de las variantes en el esquema, mostró picardía, pero no fue tan letal como lo ha sido Alonso.
La variante Anderson Andrade tampoco dio grandes resultados, y el brasileño desaprovechó varias oportunidades claves.
Y llegaron los tiempos extra.
La Liga Deportiva Alajuelense sufrió más de la cuenta, pero su afición nunca dejó de apoyar e impulsó a un grupo que mostró su fuerza de voluntad.