Accidente dejaría a Amy Van Dyken paralítica

Ex jefe de ortopedia del Hospital San Juan de Dios dice que el pronóstico es malo

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La seria lesión sufrida por la excampeona olímpica Amy Van Dyken le dejaría paralítica, según lo indicó ayer Oldemar Chavarría, médico que fungió como jefe de ortopedia del Hospital San Juan De Dios, y quien ya está pensionado.

Van Dyken, quien usa ahora su nombre de casada, Van Dyken Rouen, se rompió la médula espinal el pasado viernes, cuando tuvo un accidente en un cuadraciclo.

“El nivel –de la lesión– es entre las vértebras T 11 y T 12, en dse nivel todavía está el cono medular lo que significa que el daño es muchas veces de mal pronóstico”, dijo el galeno Chavarría.

El especialista apuntó que pese a no tener los exámenes realizados, por los general esa lesión apunta a parálisis del ombligo hacia abajo.

“A ella se le hizo una operación –el fin de semana– para estabilizarle la columna y permitir la movilización y fisioterapia para ver cuánto se desinflama y recupera”.

Otro aspecto que mencionó el ortopedista es que se verían comprometidos los reflejos del esfínteres y la sensibilidad perineal. En ocasiones el daño no es total.

Accidente. La seis veces medallista olímpica de oro (cuatro en Atlanta 1996 y dos en Sydney 2000), se rompió la médula espinal en un accidente y le dijo a los rescatistas que no podía mover los dedos de los pies ni sentía nada al tocar las piernas.

La nadadora, de 41 años, fue trasladada por vía aérea a un hospital y operada con el fin de estabilizarle la columna vertebral.

Alice Giedraitis, portavoz del hospital, no proporcionó detalles el lunes sobre las lesiones de Rouen, pero sí indicó que está bien.

Una misiva de las familias Van Dyken y Rouen que publicó el sitio eonline.com, asegura que la ondina se rompió la médula en la vértebra T11, y que estuvo a escasos milímetros de romperle la aorta.

El informe del Departamento de Policía de Show Low señaló que el vehículo que Rouen conducía pegó contra un borde en el estacionamiento de un restaurante, y ella salió volando por un desnivel de entre 1,5 y 2,1 metros (cinco a siete pies).

Un testigo vio a Rouen salir volando y la encontró en el piso junto a su vehículo, sin casco.

De inmediato se le colocó en una camilla y fue trasladada al Centro Médico Scottsdale Osborn.

Su esposo, el expateador de los Broncos de Denver, Tom Rouen, dijo a la policía que había modificado el mecanismo del acelerador, de uno en el que se usaba el dedo pulgar a otro en el que se hacía girar la muñeca, aunque desconoce si eso tuvo algo que ver.

Ella no bebió alcohol esa noche.

La nadadora brilló en los Olímpicos de Atlanta de 1996, cuando se convirtió en la primera mujer estadounidense en ganar cuatro medallas de oro en una sola Olimpiada. Cuatro años luego en Sydney obtuvo dos más y luego se retiró.