Si existiera un entrenador de automovilismo y tuviera que elegir la Selección Nacional de la modalidad, de seguro que tendrá en su lista a los 15 nombres que hoy están inscritos en el primer Campeonato de Carros de Turismo de Costa Rica (CTCC, por sus siglas en inglés).
Desde Amadeo Quirós, con 35 años de competir, hasta Daniel Formal, quien tiene apenas 20 años de vida, el CTCC reúne a los mejores talentos que se han visto en el país en los últimos 40 años.
“No solo es competitivo por la equidad de los carros –el CTCC–, sino porque en la parrilla; sin incluirme, está la Selección Nacional de automovilismo”, expresó Ernesto Teto Rodríguez.
Teto, quien debutó en el kartismo en 1977, es ejemplo de la calidad presente en el CTCC, pues tiene cuatro títulos nacionales de karts , uno de Mecánica Nacional en automovilismo de pista y seis en el dificilísimo ralismo.
Javier Collado es tal vez el de mayor historial internacional, con un subcampeonato en la Fórmula 3 mexicana, 1997, enfrentando al azteca Adrián Fernández, dos subcampeonatos en la Fórmula Indy Light latinoamericana, 2000 y 2001, y cuatro carreras en el GT de las Américas.
Suma, además, un tercer lugar en las Tres Horas de Costa Rica.
También destacado en la pista, pero aún más en rally, está José Andrés Montalto, con cuatro coronas absolutas (récord) a bordo de un poderoso Subaru.
En autos ganó los 600 kilómetros de Ecuador, 2014, y las 6 Horas de Colombia, en 2015.
De la última generación aparecen, entre otros Daniel Vargas y Formal, quienes por edad, 22 y 20 años, respectivamente, han conseguido la mayor parte de sus éxitos en el kartismo.
Diversidad. Tras el paso por kartismo, fórmulas (autos monoplaza), autocross , ralismo y carros de pista, la parrilla del CTCC reúne talentos muy diversos.
De acuerdo con Sirhan Wabe, campeón de ralis en tres ocasiones, y que ganó una fecha del Rali Nacam en el país, correr ralismo le da al piloto muchísima destreza, que le puede ser útil en pista.
“Con dos vueltas usted se aprende el circuito, sabe dónde frenar y dónde cruzarse –en una curva–; en ralis las rutas son siempre diferentes, hay que tener muchísimos reflejos por la ruta y por si se atraviesa algo”, comentó Wabe, ahora retirado.
El kartismo, cuna de todo piloto, desarrolla los primeros instintos y la velocidad, mientras que el autocross provee control en situaciones extremas, como la poca maniobrabilidad en el barro.