La furia del Maximun no la pararon los Superhéroes

En el estilo libre, el monster truck fue el más ovacionado por el cuantioso público

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Cargado de adrenalina y con una eufórica intensidad, Kreg Christensen no podía creer que su Maximun Destruction se detuviera en el momento menos oportuno.

Más increíble todavía saber que era el instante para demostrar con su monster truck por qué ganó dos de las cuatro competencias de freestyle (estilo libre) que el espectáculo del Monster Jam dio en nuestro país el fin de semana.

Ya había destrozado bastante la “escenografía” instalada sobre la gramilla del Ricardo Saprissa, pero todavía estaba para más.

Ya había cumplido el minuto y medio reglamentado, pero quería algunos puntos de bonificación que los tres jueces dan a cambio de 20 segundos más de piruetas.

En el descuento, aún tenía disponible 13 de los 20 segundos.

Como por arte de magia, el motor rugió. Maximum Destruction despertó y los miles de aficionados estallaron en emociones.

El vehículo se salió de los estribos y se revolcó en el polvo manejando a su antojo sobre algunos obstáculos, aprovechando otros.

Fue una furia temible, pero necesaria para un público sediento de más acción. Previo a su trabajo, Iron Man y el Capitán América fueron los más aplaudidos de la velada, pero a la postre quedaron solo para el recuerdo.

Monstruoso líder. Christensen cerró de esta manera como líder de la categoría más esperada de estos shows: la de estilo libre.

El arte que logró sobre su camión le otorgó tres triunfos en cuatro presentaciones.

“Estoy muy emocionado de estar aquí. Antes de salir de Estados Unidos, el capitán de mi equipo me dijo que trajera el camión en una caja destrozada”, dijo antes de corretear desesperadamente por varios sectores del recinto morado.

No solo ese acto estuvo cargado de adrenalina. Chad Tingler, en su camión Grave Digger, también hizo locuras. Solo quedó a un punto por detrás del Destruction, con 29.

También El Toro Loco –de Carl Van Horn– hizo de las suyas. Le dio la bienvenida al ocaso con espectaculares volteretas que acabaron dejándolo sin sus cachos.

En las otras pruebas, la de Caballito (salto vertical) y la de velocidad se alzaron con el triunfo El Toro Loco (cuando todavía podía embestir) en la primera y el Grave Digger, en la otra competencia.

Ambas se disputaron en la primera parte del espectáculo.

De punta. Una competencia “a muerte” avivó el sentimiento del aficionado costarricense.

La disputa por el ganador de la guerra de cuadraciclos –entre Costa Rica y Estados Unidos– fue intensa. Al final, tras un reto debido a varias trampas por recortes de distancias de los norteamericanos (y que pareció montaje) terminó dándole el triunfo a Costa Rica.