Óscar Duarte liberó su deseo de jugar un partido oficial, contenido por ocho meses. El defensor se puso la camiseta de la Selección el 11 de noviembre y recuperó su sitio en la Tricolor, tras la lesión en su rodilla izquierda, pero ahora apunta a hacer lo mismo con su club, el Espanyol.
El tico pasó la página más amarga en su carrera, producto de la ruptura del ligamento cruzado anterior, y tras participar con la Nacional, recibió la noticia de estar convocado de nuevo por su equipo, de cara al duelo de este domingo ante el Valencia, a las 9:15 a. m., por la jornada 12 de la Liga de España.
Si bien es cierto no hay garantía de que Duarte aparezca con los catalanes, al menos ya volvió a experimentar esa sensación de ser tomado en cuenta y entrar en la lista del timonel Quique Sánchez Flores.
Observar los compromisos desde las distantes graderías sería cosa del pasado para el costarricense, quien se resintió el pasado 18 de marzo y desde ese momento tuvo que superar una operación, el verse en silla de ruedas, utilizar muletas y bastón para caminar.
Todas esas penurias son simples recuerdos para el central y en el club le dan todo el respaldo para que luche por el lugar que le pertenecía.
“Entendemos que sigue en su crecimiento de recuperación, aunque ya con la lesión superada. Todavía no ha estado al 100%, aunque mentalmente estos dos partidos con su selección le han dado un impulso que necesitamos para recuperar al mejor Óscar”, manifestó el estratega en conferencia de prensa.
Óscar venía trabajando con el resto de sus compañeros desde inicios de setiembre. No obstante, tuvo que cumplir con los últimos requerimientos de los médicos para recibir el alta y pese a estar habilitado, no encontró lugar al verse en desventaja por la diferencia de ritmo con el plantel.
Fue Óscar Ramírez quien se arriesgó a colocar a Duarte. El zaguero disputó 56 minutos en el fogueo frente a España del 11 de noviembre (triunfo ibérico 5 a 0) y 51 contra Hungría, tres días después (derrota de la Sele 1 a 0).
Precisamente estas apariciones fueron las que le abrieron las puertas al defensor para entrar en el llamado de los Periquitos.
“Ha sido importante porque en su selección tuvo partidos exigentes, juegos de verdad y es la única vez que lo hemos podido ver en esa situación. Nosotros no hemos jugado partidos amistosos, solo oficiales y era más difícil saber cómo estaba en ese tipo de compromisos. Al final ha encontrado un espacio para mostrarse”, agregó Sánchez.
El Espanyol buscará amargarle el andar a Valencia, equipo que es segundo, aún no pierde en la Liga y acumula ocho triunfos y tres empates. Óscar y sus compañeros se ubican en el puesto 13, con 13 unidades.