Stephannie Blanco, en octubre del 2021, sufrió una de las lesiones más temidas: la ruptura del ligamento cruzado de su rodilla derecha; le pasó en un partido de la Selección Nacional frente a Jamaica; y ahora en julio del 2022 por fin recibió el alta médica.
La central nacional se ilusiona con su regreso, sobre todo porque lo está viviendo con tiempo para ponerse a tono y demostrar su ambición por estar en el mundial que realizará en Nueva Zelanda y Australia, en 2023.
Blanco no esconde que es consciente que su millaje para afrontar la cita del orbe es menor que el de otras seleccionadas, empero es clara en afirmar que ahora depende de ella demostrar sus condiciones para poder convencer a Amelia Valverde de meterla en la dinámica.
“Yo creo que al final estoy emocionada, feliz de poder estar de vuelta. Estamos en volver a empezar de cero, empezar a ganar confianza, ritmo, ilusión, solo tengo ganas de aprender y crecer. Lo del Mundial me ilusiona, la verdad que sí”, explicó.
La futbolista enfatizó en que ve la copa del mundo como un objetivo, aunque es consciente que no sabe si se dará.
“Yo creo que al final un mundial es donde cada jugadora quiere estar, no será fácil, pero si tengo ilusión, quiero defender estos colores, tengo ganas de poder estar en el Mundial, pero al final lo veo como una meta y vamos a trabajarla, si se da pues ojalá”, agregó.
Stephannie todavía tiene contrato con el Sporting Club de Huelva de España por lo que se reportará el 1° de agosto con la institución para hacerle frente a la pretemporada y comenzar a trabajar por volver a su mejor versión.
“La verdad mi único temor ahorita es cómo voy a reaccionar respecto al dolor, no será igual por un tiempo, pero al final todo se supera, esperemos que yo pueda hacerlo, es normal la sensación de temor”, dijo.
“Yo ya llevo tres semanas con entrenamientos completos y eso es positivo. Hay muy buenas sensaciones”, acotó.
Los ocho meses que tardó el proceso de recuperación golpearon a la zaguera, quien también confesó que enfrentó muchos retos mentales.
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“Admiro mucho a varias que han pasado por esto, porque hay altos y bajos y hay veces que uno quiere tirar la toalla, pero yo aprendí a ser paciente, a ser resilente, aunque no tenía ganas de nada, al final nadie mejorará por mi y de ahí sacaba fuerzas”, mencionó.
La defensora agradeció a la seleccionada nacional Gabriela Guillén, quien le abrió las puertas de su casa para que pudiera estar durante un tiempo.
Stephannie Blanco, la central tica con mayor proyección internacional está de regreso con el Mundial en la mira, además de continuar su aventura como legionaria. La historia de esta representante nacional ha sido destacada debido a que fue la primera futbolista indígena que consiguió jugar en España.
“Me siento ilusionada, feliz de poder volver y solo tengo ganas ya de estar totalmente en ritmo y demás para poder aportar. En el equipo están felices que esté de regreso y en la Selección me han apoyado al 100%”, concluyó.