Un dato logra tranquilizar a Wálter Centeno en Saprissa 

El técnico mostró sus estadísticas para destacar lo solicitado muchas veces a su equipo: hacer más de 500 pases. Ante San Carlos lo consiguió y eso le dice que sus jugadores actuaron como él quiere

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Desde donde se vea el empate de Saprissa ante San Carlos fue una mala noticia para los morados. Estaban en casa, con la presión a tope, la necesidad de convencer a su afición y Limón acercándose.

Pero internamente hay algo funcionando como tranquilizante, o al menos para Wálter Centeno: las estadísticas le dicen que la S se acerca a su mejor versión.

Con un año y ocho meses al frente de este equipo, Paté ha mutado como técnico. Empezó siendo el atrevido, tanto en la cancha como en conferencias de prensa, pero luego conocimos la versión más neutral, incluso dispuesto, en algunas ocasiones, a sacrificar su estilo.

Sin embargo, el estratega es claro en cómo ve el fútbol. Sus gustos están definidos y eso mismo intenta llevarlo a los jugadores.

Este domingo resaltó los pases, el dato muchas veces solicitado al equipo en sus inicios con Saprissa. Hacer 500 toques fue expuesto, en su primer torneo, como el número mágico.

Conforme pasó el tiempo poco se fue hablando de ese tema, hasta ahora. Tras igualar ante los norteños Paté nos recordó lo mucho que le importan.

De acuerdo a sus estadísticas, el equipo hizo 320 pases en el primer tiempo y 224 en el segundo. Es decir, 544 en total y 16 aproximaciones al marco contrario.

¿Qué le dicen los pases al DT morado?

“(...) Dicen si manejé el partido, lo manejé. Entonces todo esto hace creer que el equipo hizo lo que entrenó, lo que es Saprissa, no es fácil hacer tanta superioridad, lo manejamos sin dificultad, como en otras ocasiones. Más allá de esto, falta el gol, por supuesto, lo más difícil del fútbol es jugar bien, porque ustedes andan pidiendo jugar bien desde hace días”.

De esas 16 aproximaciones contabilizadas por Paté, pocas pusieron en grandes aprietos a su rival. En el primer tiempo hubo dos tiros libres peligros, incluso uno en el poste, después, se pueden contabilizar tres llegadas importantes.

Aunque no se excusa del gran pendiente de Saprissa (el gol), el técnico, considera, están más cerca del equipo que busca.

La versión del 4-0 ante Limón, o el 1-0 contra Jicaral, es la que menos le ha gustado a Paté, pese a ganar. Incluso él lo mencionó, tras caer dos veces contra Cartaginés: “Habíamos ganado, pero no jugamos bien y eso me lo está cobrando el fútbol y me está pasando factura”.

Eso también explica su fiel creencia en que el fútbol premia, a largo o corto plazo, pero premia “al que juega bien”. Eso sí, siendo esto último un aspecto muy subjetivo.

Lo cierto es que ante San Carlos notó una evolución y significó la versión más sobresaliente, de acuerdo a sus parámetros.

“Es el primer partido que jugamos un partido completo. Nos faltó el gol, pero volvimos a ser un equipo que trabajó a la perfección. En defensa fuimos sólidos, propusimos, tuvimos manejo, abrimos la cancha, jugamos por dentro y hubo cosas buenas”.

Sí, hubo mayor intención, pero los aficionados en casa “se levantan poco del asiento” por la emoción de ocasiones cercanas a gol.

Conjugar su estilo y la anotación es la fórmula ideal del estratega morado. En este punto desapareció lo segundo, pero él confía en tener lo más importante, porque como él mismo dice: el fútbol luego cobra.

A Saprissa hoy le cobra no hacer goles, y eso se traduce en que a mitad del torneo ya lleve a cuestas tres derrotas y dos empates.