En el comunicado de prensa emitido por la Federación Costarricense de Fútbol tan solo se informa que el Tribunal Disciplinario no puede quitarle la tarjeta amarilla a Alonso Martínez, jugador de Liga Deportiva Alajuelense.
“Como parte de la correspondencia se recibió carta de Liga Deportiva Alajuelense solicitando un proceso para levantar la tarjeta amarilla del jugador Alonso Martínez, que recibió en el partido ante el Municipal Grecia. El Tribunal determinó que no es competente para tomar esa decisión, esto de conformidad con el reglamento disciplinario vigente del Campeonato Nacional de la Primera División”, versa en el escrito.
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Pero hay algo más y es que el Disciplinario le envió una extensa respuesta de cinco páginas a la Liga sobre esta petición, en la que le da la razón al club en sus argumentos y hasta felicita al jugador por su honestidad.
Ahí explica que el Tribunal analiza con detalle los argumentos del sumario presentado y el informe arbitral, donde David Gómez anotó que Martínez fue amonestado “por ser culpable de conducta antideportiva al intentar engañar al árbitro”.
“A este Tribunal le llama poderosamente la atención la interpretación del árbitro del partido señor David Gómez, específicamente en esta acción al mostrar una tarjeta amarilla por considerar que el jugador Martínez incurre en una “conducta antideportiva” al intentar engañarlo al señalar una falta de penal. Y nos llama la atención cuando del mismo video se infiere, que es el mismo jugador Martínez quien le advierte del evidente error en que estaba incurriendo al señalar una falta de penal que no existió”, versa en el escrito.
Destaca que el Tribunal en cuanto a las simulaciones en las que incurren los jugadores y otros actores en los diferentes partidos oficiales de la Liga Promérica de la Primera División, también ha sido drástico en aplicar sanciones cuando luego de análisis pormenorizados, se determina con toda claridad que los cuartetos arbitrales han sido engañados o los han inducido a señalar faltas que no corresponden, en los supuestos que el mismo Reglamento Disciplinario dispone y que le permiten al Tribunal accionar bajo el respeto del principio de la legalidad y la tipicidad de las conductas reguladas en dicho reglamento.
Trae a colación el artículo 5 del reglamento, que define el término “actuación simulada” como: “fingir una falta induciendo al árbitro en error o engaño, y que esto provoque la anulación de un gol válido, la expulsión de un jugador adversario, la acumulación de una quinta tarjeta amarilla o bien provoque el señalamiento de un penal contra el equipo adversario”.
“Y en la acción que nos ocupa, en criterio del Tribunal no se evidencia por ningún extremo que el jugador Martínez Batista haya incurrido en una acción de simulación, por lo que no entendemos la interpretación del árbitro del partido y mucho menos cuando es el mismo jugador quien le indica que estaba cometiendo un error al señalar la falta de penal”, señaló el Disciplinario.
Seguidamente, anota: “Ante estos hechos, el Tribunal aplaude el accionar del jugador en cuanto a su honestidad y el respeto al juego limpio ya que, son actuaciones aisladas las que se presentan de esta naturaleza, cuando un jugador lejos de sacar provecho de un error arbitral, es todo lo contrario y con toda claridad le hace ver al árbitro que la falta de penal sancionada no procedía, lo cual genera una conducta, que como indica el representante de la Liga Deportiva Alajuelense, debe ser reconocida y enarbolada como un claro ejemplo de implementación del juego limpio que debe imperar todo deporte, y en este caso en el fútbol nacional de primera división”.
Pero después de la felicitación, el Disciplinario reseña que debe atender el principio de legalidad y considerar si el Reglamento Disciplinario vigente en todas sus normas para a través de un sumario de investigación, levantar o exonerar la aplicación de una tarjeta amarilla o roja que es mostrada por la interpretación errónea o no de un cuarteto arbitral.
“En este escenario, el Tribunal ha sido reiterativo en considerar que el Reglamento actual no le permite ser una segunda instancia del Arbitraje y en materia de interpretaciones arbitrales no somos competentes para enmendar acciones como las que se conocen este caso. Es claro que el Reglamento Disciplinario vigente presenta lagunas en cuanto a regular conductas como las que se han presentado en este caso tan especial y particular, donde por aplicación del juego limpio el jugador sufre una amonestación al aplicársele una tarjeta amarilla”.
Finalmente, el Disciplinario señala: “Así las cosas y ante la imposibilidad del Tribunal para levantar la tarjeta amarilla se rechaza la pretensión de la Liga Deportiva Alajuelense de que no se registre la tarjeta amarilla al jugador Alonso Martínez Batista, por no ser competente este Tribunal para tales efectos”.
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