La falta de gol. Esa es una de las deficiencias que los jugadores de Saprissa subrayan al hablar de los aspectos a mejorar en el Torneo de Clausura 2021.
El club morado está contra la pared, pues ya suma cuatro juegos sin ganar en los que solo celebró tres anotaciones. El 0-0 del domingo ante Jicaral refleja esa escasez.
Además, en Puntarenas tuvieron pocas oportunidades claras y cuando esto sucedió fallaron en la definición o el arquero rival les impidió anotar.
“Me parece que debemos ser más eficaces, más contundentes, el partido pasado (ante Grecia) tuvimos situaciones y no pudimos terminar y se nos complica el partido. Hay que ser más eficaz para no sufrir en los partidos”, dijo Mariano Torres en Jicaral.
La percepción de los jugadores al señalar esa falta de anotaciones no es mera percepción.
Sin embargo, para analizar esta situación hay que tomar en cuenta varias perspectivas.
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Al mirar los números del certamen, Saprissa es el tercer equipo más goleador (22), por detrás de Alajuelense (28) y Guadalupe (24).
Viéndolo de ese modo costaría entender por qué le afecta tanto no anotar.
La S también recibe anotaciones cuando le cuesta celebrar; por ejemplo, hoy sería irrelevante que anote poco si hubiera ganado sus duelos ante San Carlos y Santos, ambos con empate 1-1.
Ese rubro de recibidos no está fuera de lo normal, pero si fuese menor probablemente Saprissa tendría mejor rendimiento.
Además, si se echa un vistazo a los últimos campeonatos nacionales queda en evidencia que su promedio anotador bajó.
Actualmente la media anotadora es de 1,6 goles por partido. De continuar así, cerraría la fase regular con 37 o 38, como máximo.
Eso significaría su torneo con menos festejos de los últimos cuatro años. En el Apertura 2020 concretaron 29, pero solo se jugaron 16 partidos. Para tenerlo más claro, la media fue de 1,8.
En el Clausura de ese año cerraron con 41 goles, en el Apertura 2019 con 50 y en el Clausura con 41. Anteriormente se mantuvo muy similar: 45 en el Apertura 2018 y 43 en el Clausura.
Para el Apertura 2017 registró 50 anotaciones a su favor mientras que en el Verano 2017 sucedió todo lo contrario.
En ese torneo, hace exactamente cuatro años, los tibaseños celebraron muy poco, aunque para ese entonces no significó un problema.
La tabla lo dice muy claro, apenas 30 goles (promedio de 1,3 por partido), pero fue el equipo que permitió la menor cantidad de tantos en contra (19) y cerró la primera etapa en primer lugar.
Es evidente que el Saprissa de Roy Myers está pasando por una sequía de anotaciones. Desaparecieron sus delanteros anotadores y en medio de la urgencia en la clasificación, anotar se hace una obligación.
Eso sí, al mismo tiempo que los tibaseños trabajan en esa zona, deben impedir anotaciones, algo que sí hicieron ante Jicaral o Herediano.
“El cero atrás es una buena noticia para la defensa. Es importante estar en cero atrás, porque eso da más chances de ganar, da seguridad a los delanteros para hacer goles”, aseveró el zaguero Aubrey David.