La viveza para reconocer los puntos débiles de la presa, el olfato depurado para lanzar el ataque preciso y la agilidad para aniquilar al rival de un solo golpe... son aspectos que aún no tienen los cachorros de Alajuelense y a los que les sacó provecho Santos para salir airoso de la guarida del León con un 1 a 2.
Los erizos lanzaron a siete de sus juveniles en el once estelar y los rodearon con cuatro experimentados, en su meta de saciar el apetito de un buen inicio y darle una alegría a la afición que llegó en gran cantidad para ver el debut de Benito Floro.
El arquero Mauricio Vargas, los defensas Steve Garita, Darío Alfaro, Esteban Marín, los volantes Kenneth Cerdas y Luis Sequeira y el atacante Bryan Jiménez, fueron los encargados de suplir a Patrick Pemberton, Kenner Gutiérrez,Cristopher Meneses y Michael Umaña, todos en la Selección por la Copa Uncaf, así como a Jonathan McDonald, quien acarrea una sanción de cuatro partidos del torneo anterior.
La joven manada rojinegra lanzó el primer ataque y tuvo su recompensa apenas en el minuto nueve, luego de que José Luis Cordero abombara las redes con un remate de cabeza cruzado, tras del servicio de Sequeira.
El embate inicial dio frutos y hasta ahí todo hacía prever que los guapileños sucumbirían, si se toma en cuenta que los manudos se veían más rápidos, con más ímpetu y su estrategia de replegarse y presionar con mucha intensidad de mitad de cancha hacia atrás limitaba las ideas de los dirigidos por Johnny Chaves y los inducía al error constantemente.
Incluso, Alajuelense tuvo para liquidar. En la segunda incursión de la jauría cara a cara con el adversario, Cordero lanzó al delantero Jiménez para que este clavara sus garras e inmovilizara a los visitantes, pero el debutante falló en el mano a mano con el cancerbero Bryan Morales en el 28’.
El error le dio bríos a Santos y la presa se convirtió en cazador. Kenny Cunningham conectó un golpe muy doloroso para la manada de cachorros en el 45+1’. El delantero se impuso por las alturas y envió la pelota al fondo, tras el servicio de Wilmer Azofeifa, para irse al descanso igualados.
En el complemento, Jiménez volvió a equivocarse en el trazo final y les dio más vida a los visitantes. Atrás quedó el buen juego de Alajuelense. Por el contrario, el conjunto de Floro perdió el norte y cayó en confusión, aturdido por sus propios errores y por la propuesta de los guapileños.
El cansancio pasó factura en los juveniles y en el 77’, los santistas volvieron a golpear en una jugada a balón parado. Leonardo Adams solo puso su pierna derecha para anotar, tras un mal despeje de la zaga eriza, luego del cobro de Marvin Obando desde la zona media del campo.
El embate fue suficiente para que los caribeños consumaran su escape ilesos y sacar los tres puntos en una cancha en la que no se imponían desde hace seis años.
Una dura lección para la joven manada que ahora comanda Benito y que deberá relamerse sus heridas si no quiere seguir pagando su inexperiencia.