Cartago. “Meza, ¿qué hace su equipo en los entrenamientos?”, preguntó desgalillado un aficionado desde la gradería de sombra del Fello Meza; una pregunta válida, en medio de las evidentes carencias tácticas de Cartaginés.
¿Cómo trabaja la línea defensiva? ¿Por qué su equipo no tiene argumentos para generar profundidad en ataque?
Surgen tantos cuestionamientos cuando en la cancha solo se ve un equipo ‘correlón’, con buenos futbolistas, pero lejos de tener una idea clara de juego.
Santos desnudó el libreto del timonel azteca, Enrique Meza, quien era observado con cuidado por su padre (del mismo nombre) desde el graderío, pues vino de México a visitarlo.
El equipo guapileño pobló la zaga y la medular y aprovechó las transiciones rápidas para destruir el aparato defensivo de los brumosos.
Cartaginés era el dueño del balón, pero sin tener cohesión alguna entre la línea media y la zona de ataque.
En cambio, en solo ocho minutos, Santos abrió el tanteador en un contragolpe rápido, tras un buen centro de Javier Loaiza por derecha que Mario Víquez culminó en la red.
Con la anotación, el equipo blanquiazul adelantó líneas pero sin la imaginación necesaria para romper el cerrojo santista.
Sin respuestas. Fabricio Ronchetti estaba muy lejos del área, su hábitat natural. Rándall Brenes trató de ocasionar peligro con un juego de primera intención, pero nunca halló un receptor claro en la última línea.
Johan Condega lo intentó de media distancia, pero solo eso.
Santos, aguardó paciente y encontró huecos inmensos entre la línea de contención brumosa y la zona defensiva.
El resultado: un remate de Víquez en el palo, un tapadón de Alejandro Gómez en un mano a mano con Argenis Fernández y un disparo desperdiciado por Loaiza en un contrarremate en el área.
Cartaginés, en medio de la desesperación, empezó a pelotear y a buscar la jugada individual cerca del perímetro.
Meza desarmó su defensa y utilizó cinco atacantes: Ronchetti, Brenes, Clonie, Garita y Lezcano; bien dice la teoría que tener una artillería pesada en el campo no sirve de nada sino se ejecuta correctamente en la pizarra.
Esto sucedió. El equipo blanquiazul demostró que tiene más brumas que argumentos en su esquema táctico y descendió a la octava casilla del certamen (13 puntos), con una afición descontenta con su técnico y que gritó “fuera Meza” en el cierre del duelo.
El plantel del Caribe, por su parte, sigue escalando posiciones y está en el quinto puesto con 16 unidades, la misma cantidad que Herediano y Pérez Zeledón.