El mes pasado Santos recibió un duro golpe al conocer, súbitamente, que le debe ¢224.201.254 a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Ese exorbitante monto proviene de una investigación del periodo 2007-2011, en el que se encontró que, aparentemente, los caribeños no habían pagado las cuotas obrero patronales de varios de sus empleados.
Rafael Arias, presidente del Santos, dijo que apelarían la deuda pues, a su criterio, les están cobrando cuotas de funcionarios que no eran empleados del club. “Muchos estaban por servicios profesionales, como una psicóloga. Algunos jugadores estaban a préstamo de otros equipos, y algunos eran pagados directamente por las empresas”.
Por eso, el club impugnó la deuda. Mas la Caja no dio una respuesta positiva y ahora los guapileños están a las espera de que se dé una medida cautelar por parte del Juzgado Contencioso Administrativo de San José.
“El Santos pidió audiencias, pidió espacio para aclarar, para que se cumpliera el debido proceso, para demostrarle que no eran funcionarios”, adujo Arias.
Luis Diego Calderón, director de Cobros de CCSSS, dijo que el caso del Santos no es atípico en el fútbol costarricense.
“El problema histórico que se ha tenido con los clubes es por planillas adicionales. Con el tiempo la Caja hace una fiscalización y descubre que los salarios no son lo que facturaba”, dijo Calderón.
No puede pagar. Arias fue muy claro: “Es un cobro abismal, si se mantuviera y hubiera que pagarlo no se puede. El Santos no vale eso”.
Según el jerarca, en la institución no les alcanzaría ni siquiera para buscar un arreglo de pago.
En caso de que no logre resolver la deuda en los juzgados, dijo, tendría que cerrar el club.
“Solo recibimos plata cuando viene Saprissa o la Liga”, adujo.