Guápiles. Preciso en cada jugada, fuera por alto o en acción rastrera, Roy Smith frenó el paso imponente que traía el ariete Cristhian Lagos en las redes.
Hasta ayer tenía tres goles en el torneo local y dos en Concacaf de forma consecutiva.
Convertido en un baluarte, Smith no solo se deshizo de Lagos, sino que acicateó a un equipo que poco a poco se la cree.
“Fue un muy buen juego de todos el grupo... gracias a Dios se me está dando la oportunidad de destacar individualmente, pero es para la ayuda del equipo”, expresó Smith.
Con respecto a la marca sobre Lagos, su compañero el semestre anterior, el espigado defensor comentó que solo debían “estorbarle” cuando saltaba.
“Sabemos que es un goleador, así que teníamos que incomodarlo; dependiendo del lado donde él estuviera así lo marcábamos, gracias a Dios mantuvimos el cero atrás y nos dio la victoria”.
En contraste con la felicidad de Smith, Lagos caminaba pensativo hacia el túnel que tantas veces ha cruzado, pues fue en Santos donde se hizo mejor ariete.
Y precisamente ese pasado guapileño es el que, según el delantero, le jugó ayer en contra.
“Los jugadores de Santos me conocen muy bien, saben lo que soy capaz de dar, ellos hicieron un gran partido y me controlaron muy bien tanto a mí como al argentino (Jonathan Hansen) y a Yendrick (Ruiz), pero no hay que agachar la cabeza”, dijo Lagos.