Resucitarán a Ramón Luis Méndez

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A Andrey Vega de seguro se le paró la peluca al enterarse, por los resúmenes de la televisión, de que fue crucificado en Domingo de Ramos, por “judíos” y “romanos”. Ni con Dios ni con el diablo. No quedó bien con nadie y los que le dieron el beso de la nominación, terminaron lavándose las manos.

La culpa no es de Andrey, sino de la Comisión de Arbitraje, que lo tiró a la guarida de los leones, con una presión asfixiante, tras el reclamo irrespetuoso de Heredia para que no nombraran a Walter Quesada, de quien Saprissa ya se había quejado en el pasado.

La Comisión se lavó las manos con una excusa mentirosa. El presidente, Daniel Vargas, dijo que no designaron a Walter Quesada porque prefieren no repetir a quienes han actuado en los dos o tres juegos previos de alguno de los equipos (pitó Saprissa-Santos el 10 de marzo). Pero olvidó un detalle: que el 6 de marzo, Vega fue el central en la derrota morada contra Belén.

La Comisión de Arbitraje entregó su credibilidad con ese nombramiento. Era la oportunidad propicia para dar un golpe en la mesa, mandar al carajo a los protestones heredianos y de una vez, recetarle a Saprissa un árbitro que suele cuestionar, pero que está entre los mejores desde hace muchos años.

Era el momento de darles una nalgada a los llorones, que los hay en todos los equipos, y de advertirles que cada vez que intenten vetar a un silbatero, se los van a nombrar para erradicar esa costumbre de poner en juicio la honestidad del arbitraje. Más bien, ha quedado abierta la puerta para seguir llorando y vetando. Tan así, que al terminar el juego, ambos entrenadores enlistaron a Vega en la lista de los innombrables.

Lo de Andrey fue una bofetada del destino. Saprissa y Heredia habrían preferido a Quesada, por lo visto y oído.

El árbitro quedó marginado de cualquier designación futura para ambos equipos. Y la Comisión no solo quedó como blandengue, sino también como incompetente.

Ahora la tarea principal del ente arbitral no será nombrar a los jueces. La primordial será encuestar a cada club para que haga su lista de aceptaciones y rechazos. De preferidos y odiados. Y ya con ellas, abocarse a ver cómo diablos integran los cuartetos de cada jornada.

Se me hace que para la final pitan Ramón Luis Méndez, Rodrigo Badilla y Luis Paulino Siles. ¡Que se pongan en forma desde ahora!