Cartago. Con el estadio en ebullición, el tiempo a punto de concluir y la opción de poner al equipo en la primera posición del campeonato, Rándall Brenes tomó la pelota para cobrar el penal.
Era su momento, pues aunque en la Selección Nacional es titular, en Cartaginés es suplente, y, si anotaba, todo eso se olvidaba.
Pero, aunque es figura y tiene olfato, Brenes le cedió la oportunidad a Leandro Silva, uruguayo de buen pie y mucho temple.
“Yo tenía el balón, pero él (Silva) se sentía con confianza y es un buen cobrador, yo confío en mi compañero”, expresó Chiqui.
Tras entregar la pelota, Silva miró el esférico, lo acomodó, observó a Leonel Moreira y tiró.
“Me siento caliente porque era una ocasión decisiva, pero Leo (Moreira) adivinó muy bien y creo que fue virtud del portero”, comentó Silva tras abandonar el camerino del Cartaginés.
Al cuestionarle por qué lo tiró tan suave, Silva indicó que siempre los lanza al mismo lado.
“En los entrenamientos vengo pateando ahí y Leo me adivinó el lugar, deja un mal sabor esto, pero hay que seguir adelante”, indicó.
Mas la suerte del Cartaginés pudo haber cambiado si el uruguayo hubiera escuchado el consejo de Brenes, quien “sopló” que Moreira “se juega” un lado.
“Sí conozco a Leo, he tenido la oportunidad de marcarle varios penales, y por lo que he compartido en la Selección sé que siempre se juega un lado, le dí el consejo a Leandro, pero él tuvo la capacidad de tirar al lado de él”, comentó el Chiqui tras el encuentro.
Brenes y Silva concordaron en que los principales encargados de tirar penales son Néstor Monge y Erick Scott, pero ya no estaban en el terreno en el crucial momento.
Silva quiso aplacar su desazón argumentando que Cartaginés se vio bien ante un rival duro.
Brenes, por su parte, fue solidario con su compañero al expresar que tiene todo su apoyo.
“Yo también he fallado en momentos importantes para el equipo... tenemos que seguir por el camino que llevamos”, añadió.