Después de 20 jornadas de campeonato, Pérez Zeledón ha recorrido en autobús los kilómetros suficientes para llegar a Disney, Orlando, por vía terrestre. Una andadura intensa de 6.096 kms que, por lo visto en la tabla de posiciones, no merma el ímpetu de los Guerreros del Sur.
El equipo dirigido por José Giacone afrontó sus partidos como local en distintas sedes del país; desde el Alejandro Morera Soto hasta el Cuty Monge, su sede más común.
La implementación de la nueva cancha sintética en el Estadio Municipal de Pérez Zeledón los obligó a abandonar su casa y los convirtió en el equipo ‘nómada’ de este semestre.
En total, 'PZ' ha realizado 40 viajes de ida y vuelta para visitar estadios de cinco provincias distintas y luego regresar al cantón sureño a descansar.
El trayecto más corto se produjo cuando visitó el José Rafael Fello Meza en la fecha 11; se trasladó desde San Isidro de El General hasta Cartago, en 2 horas y 19 minutos.
El Cuty Monge se volvió su casa más frecuente. En cinco ocasiones jugó en este reducto, tanto en condición de local (es una de sus sedes alternas) como de visitante.
Dura travesía. Para trasladarse en auto desde San Isidro de El General hasta Disney, en Oklahoma, Orlando, se deben recorrer 5.465 kms. El número suena elevado, pero el equipo generaleño acumula 631 kilómetros más, es decir, 6.096 kms.
Son más de 116 horas de viaje, según el cálculo elaborado por La Nación.
Cuando los Guerreros del Sur disputen los dos partidos que le restan frente a Carmelita y Cartaginés, habrán recorrido lo necesario para llegar hasta Nueva York por carretera.
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Pese a jugar fuera de su trinchera natural, Pérez Zeledón se coloca en la cuarta casilla del certamen con 35 puntos, y ahora depende de sí mismo para sellar la clasificación.
Giacone explica el éxito sureño con argumentos tan básicos como efectivos: la fortaleza mental de los jugadores y el convencimiento de que si ya fueron campeones una vez, pueden volver a conseguirlo, siempre y cuando alcancen su primer objetivo: clasificar a la siguiente fase.
“Tiene mucho que ver con ir superando obstáculos para creérsela. De sentir que es posible y saber que aunque tenemos una adversidad, en la cancha podemos pelear”, explicó el entrenador.
El técnico insiste en el que mensaje hacia el grupo debe ser constante, de todos los días y en cada práctica. Debe existir una consciencia grupal de que existe el potencial en el vestuario para ejecutar la idea de juego establecida y sacar los resultados.
En lo futbolístico, Giacone resaltó el crecimiento individual de algunas figuras como Jeikel Venegas, quien ha venido de menos a más, y el propio Anthony López, pilar del medio campo durante esta campaña.
Al mismo tiempo, recalcó que la estabilidad de la zaga central incide directamente en los buenos resultados del equipo, que suele recibir pocos goles.
Keylor Soto es inamovible; lo acompañan Edder Monguio o Asdrubal Gibbons.
La táctica de cada juego la definen de acuerdo al estudio previo del rival de turno.
“Tratamos de buscar el equilibrio, de ser eficientes para defender y atacar y organizar cada partido de acuerdo a las características de los rivales”, agregó Giacone.