Pedro Navarro, el réferi de perfil bajo que tomó protagonismo en un momento convulso

Definido como un árbitro constante en su rendimiento, ecuánime y con personalidad, Navarro dirigirá su primera final como central

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Los ocho años como árbitro le han dado a Pedro Navarro experiencia de sobra, aunque normalmente se mantiene con un perfil bajo.

Así fue su andar en este campeonato. No estuvo entre los principales réferis, pero al cierre se fue ganando los votos para llegar hasta la final.

Hasta hace poco su nombre no estaba entre los candidatos para el partido definitorio. Él mismo lo reconoció.

Sin embargo, en medio de una etapa convulsa dentro del arbitraje nacional, Navarro apareció para calmar las aguas.

En la semifinal de vuelta entre Saprissa y Herediano, en la Cueva, demostró muchas de sus cualidades: tranquilidad, comunicación y personalidad.

Habló con los futbolistas en varias oportunidades, calmó un conato de bronca y el juego nunca se le salió de las manos.

El reto del domingo será en el mismo escenario y con los mismos equipos. La diferencia es que será su primera final como central. En su carrera ha dirigido tres partidos entre Herediano y Saprissa, con dos triunfos morados y uno florense, según datos del estadígrafo Cristian Sandoval.

“Hizo un cierre de torneo muy bueno, con mucha fuerza y con un detalle importante: le lavó la cara al arbitraje, le cambió de la desconfianza a retomar la credibilidad. Él fue un factor importante para eso”, comentó su excompañero Greivin Porras.

Porras y Wálter Quesada, con quien también compartió, lo definen como un árbitro regular, aunque no exento de picos altos y bajos, como sucede con la mayoría.

Eso sí, no suele estar entre los “favoritos”. Por eso su convocatoria era difícil de predecir hace dos meses.

Navarro es apenas el onceavo silbatero central con más partidos en el Apertura 2018, al sumar siete compromisos. Además, estuvo en tres como cuarto árbitro.

En esos duelos mostró 44 tarjetas amarillas y tres rojas.

"No le debe nada a ninguno de los dos equipos y eso suma credibilidad antes del juego y si conforme al desarrollo del mismo presenta junto a sus compañeros buen criterio de manejo, es muy posible que veremos un final bastante bueno para el arbitraje en general", explica Wálter Quesada.

Su capacidad para transmitir autoridad es otra particularidad percibida también por los mismos futbolistas.

"Toma decisiones con buena personalidad, sabe hablar con jugadores y por su físico impone respeto", comentó Danny Fonseca, exfutbolista.

Navarro tiene 40 años y es oriundo de Cartago, donde todavía reside, a menos de dos kilómetros de Wálter Quesada, quien fuera de la cancha lo define como una persona “polifacética, sin vicios, extrovertida y amable”.

Su trabajo como silbatero lo combina con la profesión de profesor en la Universidad de Costa Rica. Estudió Negocios con énfasis en Contabilidad Pública y cursa la carrera de Derecho.

Al réferi por fin le llegó la oportunidad que todos quieren y estará acompañado de los asistentes Octavio Jara y Ricardo Martínez y Cristian Rodríguez, quien será el secretario arbitral.