Paulo Wanchope el técnico de todos

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No estar de acuerdo con la forma o el momento en que se ha nombrado a Paulo César Wanchope, no significa ir en su contra. Él representa ahora al equipo tricolor y eso basta para desearle lo mejor, pues su felicidad será la de cada uno de los ticos amantes al futbol.

En el balompié no se puede ir contra el corazón ni contra la bandera. Es imposible flagelarse siquiera con un mal pensamiento que implique la derrota, una humillación o, peor aún, una descalificación a manos de un rival. Imposible.

Chope es hoy el técnico de todos, nos guste o no. Y como tal, mínimo hay que otorgarle el beneficio de la duda y rodearlo de buenas vibraciones. ¡Las mejores! De todas formas, si se descalabra en el camino y nos descalabra a todos con él, no será su culpa, sino de quienes lo nombraron.

Le toca ahora convencernos de su potencial como entrenador, de su capacidad para asimilar lo que vivió como jugador trotamundos de alta escuela, y de que aprendió a la par de Jorge Luis Pinto. La principal prueba de su inteligencia está allí: en no renunciar ni renegar de las cosas buenas que implementó el colombiano en la mejor Selección de todos los tiempos.

Si Chope traicionó a Pinto, o si éste lo “basureó”, pasará a segundo plano y será apenas una anécdota si el joven técnico mantiene en sus jugadores esa actitud disciplinada, la fiereza para pelear cada pelota, el sentido de la ubicación exacta en el momento preciso, la inteligencia para apretar al rival en sus partes débiles, la pasión por defender el prestigio ganado en Brasil.

Ese es su reto y a la vez su brasa ardiente. Cada victoria será una dosis de olvido para aquellos que lo ligan a la salida de Pinto, o para los que pensamos que no era aún su momento. Pero todo traspié tendrá el efecto contrario, hará más grande la huella del colombiano y lo convertirá en el chivo expiatorio por esa ausencia que también se volverá colosal.

Ojalá nos resulte tan buen técnico como jugador fue. Por el bien suyo y por el nuestro sería grandioso que tenga la capacidad suficiente para prolongar los frutos de esta generación sin par. Maravilloso sería que nos calle la boca a todos los que cuestionamos su designación y que escriba otra página gloriosa en la memoria de todos los que estuvimos cerca de la locura en el 2014.