Paolo Jiménez muestra su mejor nivel a los 32 años

El brumoso acumula cuatro asistencias en cuatro juegos en el Verano y destaca por su desequilibrio y vértigo al atacar

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La edad no le pasa factura, sus movimientos y velocidad en la cancha tampoco lo delatan. Lejos de perder terreno por tener 32 años, Paolo Jiménez muestra su mejor versión, de la mano de su experiencia.

Jiménez no solo es titular indiscutible con los blanquiazules, desde que Jeaustin Campos llegó al banquillo para el Invierno 2016 y lo colocó como volante lateral por derecha, sino que en el inicio del Verano 2017 es protagonista directo en ataque, tras sumar cuatro asistencias en cuatro juegos.

Paolo parece no resentir la factura que cobra el fútbol luego de cruzar la barrera de los 30; por el contrario, se le ve confiado para desbordar una y otra vez, aporta picardía y mucha dinámica. Además, suele dejar tendidos a sus marcadores más jóvenes con una gambeta patentada que no le logran frenar, en la que siempre recorta hacia adentro con el pie con el cual conduce el balón.

"Todos los equipos saben mi jugada, que encaro y voy al mano a mano, pero el ser ambidiestro me da una ventaja y me hace impredecible, porque puedo centrar o driblar con cualquiera de las dos piernas", manifestó.

Para el futbolista, la razón de su presente es muy sencilla: tiene la confianza del técnico, le dan libertad para hacer lo que quiera de mitad de cancha hacia adelante y esa regularidad le permite gozar de uno de los momentos más dulces en su carrera, a nivel individual.

"En el torneo anterior jugué mucho y en este arranqué bien. Le agradezco a Jeaustin que me da la confianza. Mido mis partidos por producción, por las jugadas en las que llego arriba y por los goles que hacen mis compañeros por mis centros. Ahora debo mantenerme y, si puedo, seguir en este nivel y ser desequilibrante", señaló.

El brumoso puede jactarse de ser uno de los jugadores más precisos al centrar y para él la clave de esta virtud son las repeticiones que realiza en los entrenamientos y la calma para ubicar la pelota. De esta forma asistió a Ricardo Blanco en la fecha uno ante Limón y en la dos frente a Carmelita, así como a Rándall Brenes contra San Carlos, en la tres.

Paolo reveló que dedica gran parte de las prácticas a afinar la colocación de los servicios y pese a que no contabiliza cuántos lanza por sesión, el cuerpo técnico y él mismo se enfocan en hacerlo una y otra vez hasta que salgan casi de memoria.

"La repetición es vital para centrar bien, en mi caso dedico mucho tiempo a perfeccionar los centros y creo que uno de los puntos en los que se falla normalmente es que se quiere enviar el servicio a la misma velocidad que va uno, cuando lo mejor es frenar un poco y hacer ese centro con el balón detenido", concluyó.

Jiménez no esconde que el defender no está en su ADN, ya que siempre se desempeñó como un mediocampista ofensivo, pero su bagaje y el respaldo de sus compañeros le hicieron acoplarse y entender que la forma más simple de cumplir en la zaga es jugando sencillo.

El brumoso llegará a los 33 años el 28 de enero, pero su edad no lo delata en la cancha y lejos de pesarle, le ayuda a mostar su mejor nivel.