Alajuela. Desde el principio Óscar Ramírez predijo la pintura de la final del Invierno 2013: partidos cerrados, de mucha traba y con escasas, sino inexistentes, opciones de anotar para sacar ventaja.
El juego de ida, en el Morera Soto, fue totalmente consecuente con el verbo del Machillo y el panorama para la vuelta, en el Rosabal Cordero, luce más nublado que los cielos de este caluroso diciembre.
Ramírez se guardó sus característicos ases pues “hay momentos, acá quizá (lo que cuenta) son las ganas que tienen los muchachos de ganar y eso no es medible para nada”, explicó ayer el estratega.
También confió en la pizarra y en la estrategia para amarrar las virtudes del Herediano. Lo mismo pasó en la acera del frente. El resultado es una serie poco vistosa y de pronóstico muy reservado.
“Es difícil, hay virtudes muy grandes del rival que tenés que manejar, el rival también ve tus virtudes... Es un juego de ver que no haya un error groso”, agregó Machillo.
Lo cierto es que Ramírez dejó de sorprender en las semifinales, ante Saprissa, y en la final.
Ha hecho planteamientos conservadores y calculados, sin que aparezca uno de esos jugadores revelación ni las sorpresas tácticas a los que nos había acostumbrado en los partidos importantes.
En todo caso, el empate en la ida deja en el ambiente un aroma a ventaja florense. Óscar lo sabe y planea echar mano de la contrariedad.
“Siempre cuando está todo en contra es más rico, hay algo... Lo mismo en los clásicos, se le facilita a Saprissa jugar acá y a Alajuela se le facilita jugar allá. Como que el jugador da algo más en esa situación en contra”, sentenció.
No en vano comenzó desde la semana pasada a recordar aquel tricampeonato que la Liga celebró en Heredia, después de un magro empate en el partido de ida.
Todo se romperá con un gol. No hay que tener tanta experiencia como Ramírez ni ser un genio para saber que a esta final lo que le falta es el gol. Si se llega a romper el cero, seguramente, se vendrán las emociones dignas de un cotejo que tiene un título de por medio.
Así lo explica el entrenador rojinegro: “Hay muchas variables y está la parte emotiva de cómo se va manejando. Siempre el gol tiene su injerencia y mientras no se dé un gol, siento que es un partido equilibrado”, explicó.
Pero si no pasa y la final se alarga, en Alajuela ya van midiendo cómo manejar los tiempos extra y afinar la puntería para los penales.
El Macho no quiso dar pista sobre el sustituto de Ariel Rodríguez, quien acumuló su quinta amarilla y purgará un partido de sanción.
Sí dijo que analizarán el progreso de Ariel Soto y Armando Alonso, ya que ambos salieron lesionados la noche del lunes.