Opinión: Lo grave de la conferencia de prensa con Jafet Soto

El entrenador le pidió al periodista de Teletica de Deportes que quitara el micrófono. Hasta que lo hiciera, respondería a las preguntas

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¿Desde cuándo los entrenadores tienen el derecho de decidir cuál medio debe, o no debe, asistir a una conferencia de prensa después de un partido?

El domingo, luego del juego frente a Grecia, el entrenador florense, Jafet Soto, le pidió al periodista de Teletica de Deportes que quitara el micrófono. Hasta que lo hiciera, respondería a las preguntas de los medios de comunicación.

La determinación de Soto pudo deberse a la noticia publicada por Canal 7 sobre la investigación que lleva la Fiscalía en el caso de David Patey, seguido por posibles vínculos con narcotráfico y legitimación de capitales. Un tema de claro interés público.

La decisión de Soto de sacar al 7 de la conferencia de prensa pone sobre la mesa un tema, que es al fin de cuentas la esencia de todo: ¿Tienen derecho los entrenadores y los jugadores a elegir de qué tema se pregunta, o qué cuestionamiento se realiza en las conferencias de prensa?

Si se aprueba esta conducta, muy pronto los técnicos evadirán las preguntas incómodas y los cuestionamientos de fondo, justamente porque se les permite a los técnicos ‘echar’ a periodistas de las propias conferencias de prensa.

Esta área es aprobada por Unafut para que el comunicador tenga la libertad de aclarar todas sus dudas, ante las cada vez más restringidas zonas mixtas, en donde el futbolista se escabulle cuando juega mal y, en muchas oportunidades (no siempre), evita dar la cara cuando se equivoca.

Me extraña esta actitud de Jafet Soto, un técnico con experiencia y habilidades para expresarse y quien simplemente pudo tomar la decisión de no referirse al tema, en caso de que alguien decidiera lanzar la pregunta.

Soto se extralimitó en su posición y obliga a la Unafut a hacer un pronunciamiento claro. Es importante que se marque un precedente.

Estamos en una coyuntura en la que los clubes intentan imponer la agenda de los medios al limitar quienes hablan en el día a día. Si esto sucede en una conferencia de prensa, ya sería el colmo.

Cada vez es más común que cuando se genera un tema controversial, se esconda al personaje a la espera de que esté bien nuevamente, para que los medios hagan autobombo.

Es fundamental que exista la crítica y que se acepte la crítica. Hay que comprender que los medios de comunicación deportivos no son porristas.